sábado, 18 de diciembre de 2010

PPVV en México: Viaje a México y Primer Día en México DF

Después del Thanksgiving las semanas siempre pasan más despacio de lo normal porque las Navidades están demasiado cerca… Pero, como todo en la vida, todo acaba llegando y el día 17 de diciembre amaneció con una impresionante capa de nieve sobre Santa Fe que hizo de este día el primer Snow Day de la temporada.



Snow Day = No hay clase = Podemos salir antes hacia México


Con mucha precaución, porque estaba todo bien nevado, logramos salir (Saraí, Santiago y yo) a las 12 de la mañana de Santa Fe en el coche de Saraí con destino final Sabinas Hidalgo – Monterrey – México. Por delante nos quedaban 18 horas de conducir… o eso es lo que creíamos porque nada más salir de Santa Fe ya nos dijeron que teníamos que tomar un desvío de una hora porque la carretera por la que queríamos ir estaba cortada debido a la nevada.



Tras pasar por pueblos como: Cline Corners (NM), Rosswell (NM) (sí, el de los marcianos), Carlsbad (NM), Fort Stockton (TX), Junction (TX) y San Antonio (TX) llegamos finalmente a Laredo (TX) a las 6 de la mañana con intención de pasar a Nuevo Laredo (México) pero resultó que en la frontera había un atasco infernal y estuvimos 6 horas para andar 3 millas. Adiós a nuestra idea inicial de dormir un poco cuando llegásemos a Sabinas.



Llegamos a Sabinas Hidalgo, que está a dos horas de la frontera, a las dos de la tarde con mucha hambre y con la idea de salir a las siete de la tarde en avión desde Monterrey a México DF.



Mi aventura por México ya había comenzado y la primera etapa para dormir acabó siendo en la casa de Santiago en México DF. Llegamos a su casa sobre las diez de la noche, comimos algo que nos había preparado su mamá (riquísimo y picosísimo como toda la comida en México) y nos preparamos para descansar para, al día siguiente, subir infinitos escalones en las pirámides de Teotihuacán.


A la mañana siguiente me desperté a las ocho de la mañana con un curioso sonido que decía: “Tamales, ricos tamales oaxaqueños!” Estaba claro, estaba en México :)



Después de un riquísimo desayuno que nos preparó la mamá de Santiago, agarramos el coche Santiago, Chino (un hermano de Santiago) y yo para circular por las caóticas carreteras de México para llegar a Teotihuacán. (Increíble, pero en este trayecto no tuvimos ningún atasco).


Teotihuacán: Increíblemente enorme! Es entrar en el complejo y te quedas con la boca abierta admirando la dimensión de todo lo que allí se puede observar. Como dijo Santiago alguna vez: “México, desde su creación, fue, y es, una de las ciudades más grandes del mundo”.




Entramos por la puerta que da directamente al Templo de Quetzalcoatl y a La Ciudadela, estuvimos un rato viendo lo que se vendía por allí, Santiago explicó un poco de la historia del lugar, siempre es bueno ir acompañado de alguien que conoce algo de historia y nos fuimos hacia nuestra primera gran paliza del día…


Subir a la Pirámide del Sol: gigantesca, impresionante y con mucha gente de pie con las manos hacia el sol para cargarse de energía :). Subir lleva tiempo, pero bajar aún más porque las piernas ya tiemblan cuando las intentas hacer bajar “otro escaloncito más” jajaja.



De allí ya nos quedaba seguir paseando por la Calzada de los Muertos viendo el resto de edificios hasta llegar a la Pirámide de la Luna y volver a subir un montón de escalones, menos mal que esta pirámide está cerrada en su parte alta y solo puedes subir la mitad de los escalones.




Última parada, el complejo de los edificios de los gobernantes y ya tocó salir para comer unas tunas y regresar a casa de Santiago.



Una de las cosas que me llamó la atención en estas primeras horas en el DF es que todo el mundo quería venderte cosas: mapas, papitas, chiles, tunas, tamales, tacos, papayas, collares, camisetas, artesanía, arcos, flechas, botellas, gorras… en cualquier sitio, ya fuese en Teotihuacán, en el semáforo, en mitad de la carretera, aprovechando que hay un resalto en la carretera y te tienes que parar, en la entrada a los monumentos, dentro de los monumentos, en la esquina de la calle… Qué gran diferencia con USA y qué vida le da esto a un país…



Al regreso de Teotihuacán cenamos maravillosamente bien en casa de Santiago de nuevo y en la noche fuimos a ver la zona del Ángel de la Independencia. Fuimos en coche y aquí comencé a conocer (de lejos) como funcionan los atascos en el DF. Después de aparcar el coche cerca del Paseo de la Reforma nos fuimos a dar una vuelta por los puestos que había por allí, nos acercamos al Ángel (para llegar a la rotonda no hay ningún paso de peatones ¿?) y ya de regreso al coche y es que las piernas se resienten bastante después de subir a la Pirámide del Sol, a la Pirámide de la Luna y recorrer todo el complejo de Teotihuacán. Eso sí, al igual que el día anterior, dormí como un campeón durante toda la noche.



Por cierto, antes de cerrar esta primera entrada me gustaría comentar una de las primeras cosas que aprendí en México y la circulación en coche: Las líneas continuas significan que no puedes adelantar a menos que tengas prisa, que los “ALTO” significan parar únicamente si hay riesgo inminente de choque con el que va por la calle perpendicular, que los límites de velocidad son orientativos y que nadie te va a decir nada si vas al triple de lo establecido, que los semáforos en rojo en el DF tienen el mismo significado que los “ALTO”, que en el DF no hay rayas pintadas en la carretera porque si en algún momento se necesitan cuatro carriles en una calle de solo dos se puede hacer con toda libertad (siempre que no te roces con el coche de al lado) y que, si eres peatón, mejor es que no le hagas caso a la luz verde del semáforo de peatones, bueno, suponiendo que el semáforo tenga para los peatones, si aprecias realmente tu vida. Lecciones que, antes o después puse en práctica en mi estancia en México. Eso sí, en cuanto crucé la frontera de nuevo a USA me tuve que olvidar de todo lo aprendido :)



2 comentarios:

  1. Pedazo de ruta y de viaje a México, me ha encantado, incluidos los marcianos. Madre mía como conducen, jajaja... Un abrazo maestro.

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  2. Lo cierto es que bien buena la ruta por México, ya me apetecía ver algo totalmente distinto a USA y realmente lo conseguí... Seguiré escribiendo alguna entrada más de México porque el viaje dio para bastante :)

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