lunes, 9 de abril de 2012

Luna de Miel en Hawaii I


Después de pasar la mayor parte del día después de la boda descansando, Santiago nos llevó a Albuquerque a las siete de la tarde. Vuelo hasta Las Vegas y de allí directos a Hawai’i.


Llegamos a Honolulu a las 8 de la mañana y, con mucho sueño, fuimos a preguntar cuando nos podían dar la habitación (el check-in era a partir de las 3 de la tarde). Nos dijeron que nos llamarían en cuanto tuviesen la habitación lista y nosotros aprovechamos para ir a dar una vuelta en coche por Honolulu, ir a desayunar algo a una hamburguesería de Waikiki y a dar un pequeño paseo por la playa.


Estábamos demasiado cansados por el viaje en avión y poco disfrutamos del primer día en Hawai’i. De hecho, a eso de las 12 de la mañana, después de haber desayunado, ir al Walmart a comprar el desayuno de los próximos días en el hotel y dar un pequeño paseo nos fuimos a la recepción del hotel para esperar a que nos dijesen que ya estaba todo listo para entrar en la habitación.



Una vez que nos dieron la habitación nos quedamos descansando para, al día siguiente, estar en condición de disfrutar de la isla.





El día siguiente salió un poco revuelto en Honolulu así que decidimos ir a buscar una playa paradisíaca que había visto en mi anterior visita a la isla. Decisión acertada porque en la zona Oeste de la isla el tiempo estaba estupendo y en la playa, tal y como la recordaba, no había más que un par de personas y el agua estaba estupenda.



Por la tarde nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel para conocer el propio hotel y los lugares que había allí cerca. Del hotel, Hilton Vacation Village, decir que era un apartamento en una torre con vistas al mar, impresionante. El complejo hotelero era enorme y había como 4 o 5 hoteles más de la misma cadena en el mismo complejo, 4 o 5 piscinas y la playa desde la que se podía ver el Diamond Crater Volcano.





Aún quedaban muchas cosas que ver… menos mal que aún quedaban muchos días también. 





viernes, 6 de abril de 2012

El Primer Día del Resto de Nuestras Vidas

Veinte días pasaron desde el último viaje al Norte de USA. Ahora nos encontrábamos de nuevo en Santa Fe dispuestos a cambiar nuestro estatus marital y es que el día 6 de abril de 2012, Viernes Santo, Saraí y yo nos casábamos en La Posada de Santa Fe.

    
Ya llevábamos mucho tiempo con los preparativos de la boda y por fin había llegado el momento de saber si todos los preparativos que habíamos organizado daban el resultado deseado. Y es que, aunque parezca una tontería, tener que hablar de cosas específicas en inglés se puede volver bastante complicado…


Porque sí, para hablar con la florista todos sabemos decir flowers, pero cómo ostias le dices que quieres unas flores que sean de color crema, o cómo le dices que quieres que te decoren un arco y que pongan unas pocas flores de tal tipo aquí o allá… lo cierto es que hemos aprendido el nombre de varios tipos de flores, lo que era un gazeebo y a decir bouquet, petals y otras cuantas cosas más. Por cierto, imaginaros lo que nos costó pedir el primer presupuesto para las flores con lo limitado de nuestro vocabulario en inglés. 


Para escoger el vestido de novia (gown) otro lío de la leche y es que entre que no queríamos veil, aprender a decir cola del vestido, separar entre los colores white and ivory, los zapatos de tacón, diferenciar entre novio (groom) y vestido de novia (gown)… Y por si era poco a alquilar un traje para el novio (tuxedo) que si blue o black,  con vest, tie o bow tie, que si quieres la chaqueta más long o más short...


Para el oficiante de la boda, más lío todavía, sobre todo porque queríamos encontrar a alguien que hablase en español y tras buscar durante bastante tiempo desistimos y decidimos que nos hiciese la ceremonia en inglés y ya alguien nos ayudaría a traducirla al español. Pero igual, hasta que nos hicimos con todo el vocabulario para la ceremonia… ¡telita!

Y lo que más nos costó: el organizador de bodas… los dos teníamos claro que queríamos que fuese David Stone el que organizase todo pero el problema venía en que no hablaba nada de español así que, igual, aprende a decir rehearsal, gazeebo, damas de honor, hombre de confianza, apréndete los diferentes tipos de pescado para poner en la cena de Viernes Santo... Finalmente, y tras los primeros meses, logramos hacernos con un vocabulario más o menos extenso que nos permitió hablar con fluidez y organizar todo con David. Y claro, el día del ensayo (rehearsal) ahí nos ves como traductores simultáneos para que nuestros padres entendiesen todo lo que David decía en inglés :)

 

Para el fotógrafo, el pastel y el DJ tuvimos la suerte de encontrar a gente que hablaba español y por lo menos no tuvimos que batallar con todo el inglés para esto.


Desde la semana anterior a la boda empezaron a llegar los invitados de México y España. A mis padres y a Inés los tuvimos por Santa Fe desde el sábado anterior y hacia el final de la semana empezaron a llegar los padres de Saraí, sus hermanas, sus primos, mis amigos de Corral de Almaguer y un par de amigas de Saraí.


El viernes por la mañana llegaron los últimos invitados desde España y México y en la tarde, después de hacer los últimos mandados y aprovechar la piscina de La Posada para un bañito relajante, a las cinco y media nos dispusimos a dar el “I DO” delante de familiares y amigos (tanto de México, de España, de Santa Fe y de Albuquerque).

 

Finalmente la boda estuvo muy bien: tuvimos un día estupendo de calorcito y sol, todo salió como lo habíamos planeado y se puede decir que todos se lo pasaron muy bien en la boda, en la barbacoa en casa del día anterior, en la Second Street Brewery el miércoles y en la fiesta de después de la boda. Mereció la pena todo el tiempo, y dinero, invertido en la boda.

 

Al día siguiente, sábado 7 de abril, ya sólo nos quedaba salir en avión a la luna de miel.


PD: No quiero dejar de mencionar el apoyo recibido por todos los invitados de la boda que se encargaron de todos esos pequeños detalles de transporte y prisas para un lado y para otro. Álvaro nos compuso la música de la boda (preciosa) y la tocó el día de la ceremonia, Santiago nos echó una mano con la traducción al español el día de la boda y el resto de invitados se encargaron de detalles como que la bebida estuviese fría al acabar el baile, ayudarnos con los vestidos, los anillos… Gracias a todos los presentes por estar y por la compañía y ayuda brindada.