Por fin estábamos en casa, después de un viaje tan largo lo que más nos apetecía a todos era descansar por tantas millas recorridas en tan poco tiempo. Pero no sólo por eso, sino que el llegar a Santa Fe, una ciudad que está a 7000 pies de altura, provoca una fatiga, un cansancio y un malestar general que lo único que te apetece es quedarte en casa tirado en el sofá.
Y eso fue lo que hicimos gran parte de los cinco días que estuvimos en Santa Fe, disfrutar de la casa, de la compañía de la familia en USA y salir a conocer un poco de Santa Fe.
Los cinco días se pasaron enseguida y, de todos los planes que tenía para enseñarle varias cosas de la ciudad, al final se quedaron en recorrer a pie la Plaza y los lugares del Historic Downtown y del resto hacer un tour rápido desde el carro para que, al menos, cuando les hable por teléfono de mi escuela o de a dónde voy a comprar le puedan poner una imagen :)
Me habría gustado haberlos llevado a la montaña pero el cansancio de los tres evitó que hiciésemos esfuerzos extras.
Pues así fueron pasando los cuatro días de Santa Fe, entre cortas visitas al Downtown, descansos dentro de casa y disfrutar un poco del jardín de la casa, incluida la visita de un pájaro carpintero que llevaba desde el año pasado picándome los árboles.
El día que salimos para NYC tuvimos que salir a las 6 de la mañana del aeropuerto de Albuquerque para llegar a New York a eso de la una de la tarde.
El resto del día se resume rápidamente diciendo que lo único que hicimos fue alquilar un coche en el propio aeropuerto JFK y nos dedicamos a ver la ciudad de los rascacielos sin bajarnos del coche salvo para ver un poco de los muelles del sur de Manhattan.
No se puede decir que mis padres hayan estado en NYC pero por lo menos pueden decir que han visto en directo cosas como Times Square, Central Park, el Empire State Building, la Estatua de la Libertad, Wall Street, la Zona Cero...
La noche cayó sobre New York y nosotros nos fuimos a nuestro hotel de New Jersey puesto que nuestros respectivos aviones salían de Newark hacia Madrid, en el caso de mis padres, y hacia Albuquerque en mi caso.
Al día siguiente nos despedimos en el aeropuerto con la idea de volver a comunicarnos la siguiente vez vía Skype...
Finalmente mis padres llegaron a Madrid y tomaron un tren que les llevase de vuelta a A Coruña. Pero eso ya es parte de su historia.
La mía acabó en la casa en la que llevo viviendo durante un año entero... en Santa Fe.
