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lunes, 2 de enero de 2012

Navidades en México: Monterrey - Aramberri - Monterrey

El día 27, a eso de las 10 de la mañana, agarramos el coche y nos fuimos hacia el pueblo de Joab, Aramberri. Es un camino de unas cuatro horas más o menos en el que atravesamos unas montañas. Nos recomendaron ese camino para llegar a Aramberri, había otro que iba por autopistas pero las salidas no estaban del todo claras, así que nos fuimos por la carretera de montaña.



Gran acierto, la carretera tenía bastantes curvas y en varias partes estaban recostruyéndola porque el huracán Alex la había tirado dos años antes, pero el paisaje, los pueblos, los animales por la carretera y los trozos de carretera de piedra y tierra hacían el camino inolvidable.




Finalmente llegamos a Aramberri a la hora de la comida con el tiempo suficiente como para comer unos tacos de deshebrada que estaban de vicio y conocer a la familia de Joab.

El padre de Joab, que había sido alcalde de Aramberri, tenía un par de caballos en casa y me ofecieron montar uno de ellos. Yo nunca había montado en caballo así que dije que sí y ahí me monté con el sombrero que me acababa de dejar Joab y con mi cazadora y mis pantalones vaqueros :) Un amigo de la familia me llevó por un camino al lado del río, él iba en un caballo y yo en el otro. Nunca pensé ir a montar en caballo en Aramberri, Nuevo León (México), una cosa menos que hacer.




En la noche rentamos unas cabañas al lado de unas cataratas que están en el pueblo de Zaragoza para tener una reunioncilla con los amigos de Joab, beber algo de cerveza y comer unos tamales al lado del fuego. Una noche fría en un lugar sin calefacción, pero que mereció la pena. Muy a gusto que se estaba en las cabañas con todos los amigos de Joab.



Al día siguiente, en cuanto nos levantamos, fuimos a desayunar a un restaurante que estaba al pie de las montañas y en el que desayunamos, como no podía ser menos en México, muy bine. El siguiente destino fue ver las cataratas que estaban al lado de  las cabañas: IMPRESIONANTES. Un color azul turquesa intenso, mucha naturaleza alrededor y un aire muy limpio. Nos dimos unos paseos por los alrededores hasta llegar a lo que llaman "un ojo de agua" que viene siendo el lugar en donde nace el río. Ya de vuelta a Aramberri paramos en un lago del que dicen que no tiene fondo y Joab nos contó una historia, al parecer real, de un chaval que se ahogó en ese lago y que nunca lograron encontrar. Al no encontrar el cadáver los padres decidieron hacerle el funeral al lado del lago y, según dicen, cuando le hicieron el funeral el cuerpo apareció en el lago... Joab dice que es una historia cierta... vete tú a saber :)




Llegamos a Aramberri con ganas de comer más tacos de deshebrada, bueno, el que tenía ganas de los tacos era yo así que fuimos a comprarlos y después nos fuimos a descansar al hotel antes de hacer una barabacoa en la noche.

La barabacoa de la noche fue tranquila y muy rica. Al día siguiente nos quedaba el viaje de vuelta a Monterrey y teníamos que acostarnos temprano.





En el camino de regreso nos fuimos por las autopistas y es que llegar de Aramberri a Monterrey es más sencillo que el camino contrario. En este camino pude ver los típicos paisajes que recordaba de México de las películas que veía cuando era niño... Todos los viajes tienen su punto, éste, lo que tenía eran los típicos pueblos mexicanos en medio del desierto.

Finalmente llegamos a Monterrey el día 29 y nos quedamos para ir a ver una película al cine, Sherlock Holmes, y descansar. Al día siguiente salimos para Sabinas con la firme determinación de ir a comer unos tacos Rossy y quedarnos tranquilitos por allí hasta el día de Fin de Año.




En la noche de Nochevieja nos fuimos a comprar petardos con las sobrinas de Saraí y nos dedicamos a recibir el Nuevo Año a base de petardazos... al igual que el resto del pueblo. A las once de la mañana pusimos rumbo a USA. Por delante nos quedaban 16 horas de camino más el tiempo del puente. Curiosamente no había nada de fila en el puente (sólo había cuatro coches delante del nuestro) y pudimos conducir hasta Fort Stockton antes de parar a dormir.



Como al día siguiente, lunes 2, llegamos pronto en la mañana a Roswell decidimos parar e ir a un lugar al que siempre quise ir... El Museo de los OVNIS (UFO Museum and Research Center) ¡Vaya desilusión de museo! Unos pocos artículos de periódicos colgados por las paredes, mucho que leer y pocas cosas interesantes. Como quiera, por lo menos así se me pasaron las ganas de ir al museo de Roswell.




Finalmente llegamos a Santa Fe como a las 5 de la tarde, ya sólo nos quedaba descargar las fotos en el ordenador y descansar para empezar a trabajar al día siguiente. Vuelta a la rutina de siempre.

El viaje, en su totalidad, mereció mucho la pena :)

domingo, 6 de septiembre de 2009

Acampando en Hyde Park

Los preparativos para la acampada ya empezaron el miércoles pues teníamos que ir a hacer la compra para pasar las dos noches en Hyde Park, así que allí nos fuimos a un par de supermercados para comprar fruta, carne, leña, cerveza...

El viernes al acabar las clases, y puesto que en el instituto tienen muy buenos equipos de acampada para poder ir con los alumnos alguna que otra vez a lo largo del curso, empezamos a cargar en el coche de Rosario las tiendas de acampar, los sacos, las esterillas, los ponchos y algún que otro utensilio de cocina que había en el instituto.



Al final Rosario tuvo que hacer dos viajes para poder llevar TODO lo que teníamos que llevar y es que realmente teníamos muchísimas cosas. A Carmen y a mí nos parecía bastante exagerado pero cuando llegamos al lugar de la acampada entendimos por qué habíamos comprado tantas cosas y es que todos los del camping traían infinitas cosas para el camping... y es que parece ser que en USA el irse de camping supone llevarse todas las comodidades posibles para estar tan cómodo como en casa.

En el primer viaje nos dedicamos a buscar sitio para poder acampar, el sistema me pareció bastante curioso, tú vas con el coche y cuando encuentras un sitio libre para acampar, aparcas allí el coche y dejas todas tus cosas. A la hora a la que te apetezca bajas hasta la entrada del camping, agarras un papelito que hay allí, lo cubres y metes el dinero en un sobre junto con el papelito y lo depositas en una caja de madera que hay allí. Al día siguiente el Ranger revisa todos los papelitos y se va a dar una vuelta por todo el camping para comprobar que todo el mundo ha pagado... Porque íbamos con Rosario que si no seguro que aún estábamos buscando el modo de pago del camping.

Mientras Rosario bajaba a buscar a Juan Carlos y a Kenia (una compañera de Rosario que se apuntó también a la acampada), Carmen y yo nos quedamos montando las tiendas de campaña... al final tuvimos que usar dos parcelas, en una dejamos todas las cosas de la comida y en la otra montamos las tiendas.

En cuanto llegaron los demás se puso Juan Carlos a hacer la cena (sandwiches de ensalada de atún, “pico de gallo” que es una salsa picante para mojar con los nachos y alguna que otra cosilla para picar). Esa noche estuvo muy agradable porque había luna llena, no había nubes y no hacía mucho frío... Encendimos una hoguera con la leña que habíamos comprado, pusimos algo de música y nos quedamos tomando cervezas y charlando de todo lo que se nos ocurría hasta las 3 de la mañana... Lo siento mucho por los vecinos pero es que era viernes y había que aprovechar la noche :P



A la mañana siguiente nos levantamos a eso de las diez, desayunamos algo de leche, galletas, cereales y café y salimos a hacer algo de senderismo. Al principio fuimos monte arriba para ver si conseguíamos tener algo de cobertura en los móviles (había cobertura cero total) para que Carmen pudiese felicitar a su sobrino por su cumpleaños. La subida era de las duritas porque había una pendiente bastante fuerte pero por toda la naturaleza que se veía, merecía la pena hacer el esfuerzo.

Cuando íbamos de bajada encontramos un sendero que parecía tener bastante buena pinta así que decidimos seguir el camino hasta que llegamos a una pared de roca por la que bajaba un hilillo de agua (supongo que en invierno aquello será una cascada de agua). Nos paramos allí durante una media hora escuchando los sonidos del agua, de los pájaros carpinteros, de las chicharras... en definitiva, los sonidos de la naturaleza :)



Cuando llegamos a las tiendas de campañas nos pusimos a preparar la comida (chorizo mexicano con huevos revueltos, bacon, frijoles, más pico de gallo...), mientras estábamos cocinando por allí aparecían todo tipo de animales para aprovechar las cosillas que se nos caían, así tuvimos la visita de unas cuantas ardillas y de algún que otro pajarillo que, lejos de tener miedo, se acercaban hasta nosotros para agarrar todo lo que podían... La naturaleza en Santa Fe parece mucho más confiada que en otros sitios ;)

Después de la comida nos echamos una siesta y después Rosario bajó a Santa Fe a Juan Carlos y a Carmen porque preferían aprovechar el domingo desde primera hora. Me quedé yo sólo preparando las brasas para la barbacoa de la noche y que ahora sólo sería para Rosario, Kenia y yo. Cuando llegaron de vuelta Kenia y Rosario nos dedicamos a charlar un rato de música (los tres tenemos gustos musicales muy parecidos porque a los tres nos encanta el rock y estuvimos hablando de grupos “de aquí y de allá”), de viajes...



Al poco nos pusimos manos a la obra con la barbacoa (de esta vez había puesto las brasas demasiado pronto y tuvimos que esperar bastante para que se hiciese la comida con la poca brasa que quedaba... algún día conseguiré hacer una barbacoa en un tiempo razonable, lo prometo :P) y al acabar de comer las brochetas, los espárragos (¿sabéis que aquí en USA también los venden en manojos amarrados con una goma violeta? Costumbres universales parece ser jajaja) y las salchichas decidimos ir a calentarnos a la fogata que habíamos preparado. La noche estaba un poco más fría porque estaba nublado y había estado lloviendo un poco, pero aún así se estaba bien al lado del fuego así que seguimos hablando y escuchando música hasta las 12 de la noche mientras veíamos como el resto de vecinos hacían sus hogueras para poder calentarse.

A la mañana siguiente nos tuvimos que levantar temprano porque Kenia y Rosario tenían que ir a tomar unas clases al Community College a las nueve de la mañana. Como me tendría que quedar yo sólo en el camping decidí que yo también bajaba con ellas y ya me dejaban en casa...
Llegué a casa y decidí que aún podía dormir un rato más, así que me metí en mi camita y me quedé dormido hasta las once...

Resumen de la primera acampada en Santa Fe: sin duda fue algo muy agradable, el contacto con la vasta naturaleza que hay en Hyde Park, los innumerables animales que se ven (pude ver ardillas, pájaros carpinteros, chicharras, pajarillos de todos los colores, cuervos grandes como perros, ciervos al lado de la carretera...), la compañía de los compañeros que siempre tienen algo nuevo que aportarte con sus historias...



Ahora que estoy en casa estoy esperando a que lleguen las 7 de la tarde para ir a hacer la colada y a que lleguen de nuevo todos los compañeros para ir a la fiesta de Santa Fe, que empezó ayer y que está no muy lejos de mi casa, ninguno de nosotros sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar en la fiesta pero, sea lo que sea, seguro que pasamos un rato agradable... Además, hay que aprovechar las fiestas porque sólo duran hasta este jueves y habrá que verlas antes de que cierren todos los chiringuitos :)

No hubo suerte con el tema de la fiesta... hoy cayó una de esas tormentas típicas de Santa Fe y el plan se canceló, ¿a dónde vamos a ir si está todo totalmente mojado? Menos mal que antes de la tormenta vino Juan Carlos por mi casa y decidimos ir a bañarnos a la piscina de su urbanización... No pude asistir a la fiesta, pero por lo menos me pude dar mi primer chapuzón en Santa Fe... ¡qué impresión! Nosotros en la piscina y los rayos y los truenos aproximándose... :)

Para acabar esta entrada hoy comentaré que, mientras estaba escribiendo, me ha sonado en el ordenador la canción de Sharabbey Road de Vetusta Morla... ¡QUÉ RECUERDOS!

Y es que es cierto que aquí estoy viviendo una aventura única y estoy conociendo a gente muy maja, pero lo cierto es que no pasa un sólo día en el que no piense en toda la gente que he dejado en España y que, salvo algunas excepciones de gente que se ha marchado a otros lugares, pueden quedar para tomar unas cañas cuando quieran en compañía de la gente que está a su alrededor... CHIC@S, QUE SEPÁIS QUE EN PARTE TAMBIÉN ESTÁIS AQUÍ CONMIGO VIVIENDO SANTA FE Y SUS ALREDEDORES... Me acuerdo todos los días de vosotros :)


lunes, 24 de agosto de 2009

Estrenando la Parrilla

El estreno de la parrilla estaba prevista para la semana anterior... pero con el tema de la mudanza sin fin no pudimos hacerla, así que decidí que este fin de semana era un buen momento para hacerla de una vez por todas.

En principio la barbacoa estaba puesta para las 5:30pm pero entre que el carbón que no quería encender y la lluvia que hizo acto de presencia después de llevar más de una semana sin llover la cosa se retrasó hasta las 8:30pm...



Menos mal que la compañía siempre hace de todas las esperas algo más agradable y entre las cervecitas de antes de encender el fuego y el vino de durante el fuego, la cosa se llevó con mayor tranquilidad a pesar del hambre.

Finalmente pudimos sacar la barbacoa adelante y he de decir que no quedó mal del todo... repetiremos ;)

¿Qué hicimos en la parrilla? Siguiendo la recomendación de algunos de mis amigos de España, decidí que la parrilla iba a ser lo más parecida a las que hacíamos en España, es decir, ni hamburguesas ni salchichas :) De hecho hasta me permití el lujo de ir a la Spanish Table (una tienda que hay cerca de mi casa en la que venden productos traídos de España y Portugal) a comprar unos cuantos chorizos criollos, compré también uno de esos bistecs de ternera que hay por estas tierras y que son más grandes que una rueda de molino, compré bacon (al final no lo hicimos) y pusimos algunos pimientos y calabacines para que cogiesen el gusto de la barbacoa.



La barbacoa ya estaba en marcha pero faltaban algunos detalles importantes: las verdaderas estrellas de cualquier barbacoa americana (haya o no haya hamburguesas)... ¡LAS SALSAS Y LAS BEBIDAS!



Después de una agradable sobremesa decidimos dar por terminada la barbacoa... es domingo y mañana hay que currar de nuevo :)

lunes, 10 de agosto de 2009

Fin de Semana de Organización y Visitas

Por fin es sábado, los trámites burocráticos quedan a un lado y me dedico a seguir montando la casa a mi gusto.

El sábado comienza con la ardua tarea de ordenar la habitación, colocar mi ropa en el armario, escoger la ropa para la lavandería y algo de limpieza... así se va pasando la mañana.

Después de comer cogemos toda la ropa que tenemos que lavar y nos vamos a una lavandería, la típica lavandería americana, para aprender una nueva tarea. Con toda la ropa que teníamos que lavar (toallas, mantas y sábanas incluidas) tuvimos que poner tres lavadoras, simultáneas por supuesto. Tras media hora ya estaba la ropa lavada, metimos la ropa en la secadora durante unos tres cuartos de hora y... voilà la ropa ya está limpia.



Como Carmen había alquilado para ir a Taos el día anterior y aún lo tenía pues decidimos que un buen sitio para pasar el resto de día era la montaña (asesorados por Rosario que estaba con nosotros), pues allá que nos vamos. La idea fue muy buena, hacía frío eso sí, porque estábamos a unos 10.000 pies de altura y ya se estaba poniendo el sol pero... los infinitos árboles, el olor a naturaleza, la puesta de sol, el contacto con la naturaleza, el contraste del relieve de la montaña con la planicie de Santa Fe, el contraste de color verde de los árboles con la zona más árida en la que está enclavada Santa Fe y sus alrededores... compensaba todo el frío que podíamos tener. Y esto sólo parando en los miradores del camino, en cuanto nos pongamos a hacer senderismo pues será más impresionante todavía...



Bajamos a casa, hacemos la cena y después vamos a llevar a Rosario hasta su coche que lo había dejado en el Walmart y... ¡flipadlo de nuevo! resulta que yo me había quedado sorprendido con que el Albertson’s cerraba a las 12 de la noche, pues el Walmart ¡NO CIERRA NUNCA! 24 horas sobre 24, para mear y no echar gota. Bueno, pues ya que se ofrece esa posibilidad entramos y me compro algo que ya tenía en mente desde hacía unos cuantos días: una BARBACOA. Recogemos los bártulos, nos vamos para casa y a dormir.



El domingo transcurre tranquilito. Limpio la habitación, nos vamos a devolver el coche de alquiler de Carmen, vemos algunos coches por el camino que se venden y nos dedicamos a coger algún que otro teléfono, vamos a comer comida Nuevo Mexicana (muy importante, no le digáis a un Nuevo Mexicano que son Mexicanos porque se mosquean) a un “Blue Corn” con Rosario y de vuelta a casa voy a comprar unos guantes para el jardín, unas tijeras de podar y una escobón para barrer el patio más cómodamente.

Ya en casa me dedico a arreglar un poco el jardín y poco a poco va llegando la hora de dormir...
Mañana es el primer día oficial en que empiezo a trabajar en los States... Veremos cómo se me da... espero que bien.

Pero claro, esto ya será mañana...