El estreno de la parrilla estaba prevista para la semana anterior... pero con el tema de la mudanza sin fin no pudimos hacerla, así que decidí que este fin de semana era un buen momento para hacerla de una vez por todas.
En principio la barbacoa estaba puesta para las 5:30pm pero entre que el carbón que no quería encender y la lluvia que hizo acto de presencia después de llevar más de una semana sin llover la cosa se retrasó hasta las 8:30pm...
Menos mal que la compañía siempre hace de todas las esperas algo más agradable y entre las cervecitas de antes de encender el fuego y el vino de durante el fuego, la cosa se llevó con mayor tranquilidad a pesar del hambre.
Finalmente pudimos sacar la barbacoa adelante y he de decir que no quedó mal del todo... repetiremos ;)
¿Qué hicimos en la parrilla? Siguiendo la recomendación de algunos de mis amigos de España, decidí que la parrilla iba a ser lo más parecida a las que hacíamos en España, es decir, ni hamburguesas ni salchichas :) De hecho hasta me permití el lujo de ir a la Spanish Table (una tienda que hay cerca de mi casa en la que venden productos traídos de España y Portugal) a comprar unos cuantos chorizos criollos, compré también uno de esos bistecs de ternera que hay por estas tierras y que son más grandes que una rueda de molino, compré bacon (al final no lo hicimos) y pusimos algunos pimientos y calabacines para que cogiesen el gusto de la barbacoa.
La barbacoa ya estaba en marcha pero faltaban algunos detalles importantes: las verdaderas estrellas de cualquier barbacoa americana (haya o no haya hamburguesas)... ¡LAS SALSAS Y LAS BEBIDAS!
Después de una agradable sobremesa decidimos dar por terminada la barbacoa... es domingo y mañana hay que currar de nuevo :)
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