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miércoles, 21 de julio de 2010
Madrid - Seattle - Centralia (Días 1 y 2)
Después de haber hecho noche en Madrid para al día siguiente estar puntuales en el aeropuerto al día siguiente, ocurrió lo que era de esperar que podía ocurrir en Barajas... un retraso de dos horas.
Indudablemente el retraso de “sólo” dos horas tuvo su repercusión en Washington DC, primera escala en nuestro camino a Seattle, y al llegar a la capital de USA aún teníamos así como 30 hora para llegar al avión... Eso sí, siempre hay que contar con la cola que se monta en la aduana y cuando conseguimos que nos dejasen entrar, resultó que nuestro avión con destino a Seattle ya había partido.
Bien pensado, casi fue mejor así, eran las 6 de la tarde, estábamos cansados de un vuelo transoceánico, nos faltaban otras 5 horas de avión para cruzar USA y aún teníamos que buscar un motel en Seattle. Al final la cosa salió bien, nos pagaron una noche de hotel, la cena y al día siguiente, a las once de la mañana, pudimos ver por primera vez en nuestra vida la ciudad de Seattle.
Bajamos del avión, me tomé mis cinco minutos de rigor antes de emprender una aventura por una gran ciudad y nos fuimos a buscar el coche que ya habíamos alquilado: un Hyundai Elantra que no era gran cosa, pero por lo menos estaba limpio, tenía radio por satélite, tenía control de velocidad y era suficientemente amplio como para poder ir cómodos... cuando uno hace un viaje tan largo no puede arriesgarse a meterse en un coche de los que llaman Economic o en un Compact, no vaya a ser que acabes loco del coche y de la carretera no? :)
Entramos en Seattle con un mapa que agarramos en la casa de alquiler y nos dirigimos a la parte que nos pareció más llamativa. ¿Que cuál era? Indudablemente donde está el Space Needle (el pirulí espacial como lo conocía yo antes de llegar allí). Además, llegar allí es bien sencillo, vas siguiendo el pirulí y tomando las calles que te vayan acercando... “very easy”
Aparcamos cerca del Space Needle y nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores y subimos para poder contemplar lo grandioso de una ciudad como Seattle.
Una palabra para definir Seattle visto desde las alturas: ¡precioso! No hay palabras para describir lo bonito de un día despejado (por lo que tengo entendido de Seattle siempre está lloviendo y con niebla) que te permite disfrutar de la vista de la bahía, de los rascacielos del Downtown y de tooooooda la impresionante naturaleza que rodea a esta enorme ciudad. Lo cierto que tanto a mis padres como a mí nos impresionó lo verde que estaba todo, y eso que somos de Galicia y allí también nos sobra el verde, pero lo realmente impresionante en cuanto a naturaleza aún estaba por llegar...
Después de subir al Space Needle y dar una vuelta por una fuente cercana que echaba chorros de agua y mojaba a todos los chavales que estaban refrescándose por allí, decidimos ir a dar una vuelta por los muelles de la ciudad y es que mirar el agua siempre es relajante...
Paseo entre los edificios del Downtown, por la universidad de Seattle, por el barrio chino (donde aprovechamos para comprar un adaptador de corriente y comprar algo de comida fruta para la noche) y decidimos salirnos de la ciudad y poner dirección hacia Olympia. Nos quedamos con ganas de ver más cosas de Seattle y poder callejear un poco por algunos rinconcitos que podrían estar bien (¿dónde está la famosa calle de los chicles?) pero en tan solo 6 horas no da tiempo a demasiado y no nos podíamos entretener demasiado en los sitios porque el viaje tenía los días y las horas bastante definidas para poder llegar a tiempo para entregar el coche en Santa Fe.
Eso sí, antes de salir vi que había unos enormes puentes que atravesaban Seattle hacia Mercer Island y como las grandes estructuras siempre me han llamado la atención decidimos cruzar y darnos un rodeo antes de regresar a la I-5 que nos llevaría hasta la capital de Washington State. Lo cierto es que el desvío mereció la pena por poder admirar lo verde que estaba todo y como había árboles por todas partes y, vuelvo a repetir, aún no habíamos visto nada en comparación con lo que nos aguardaba en los siguientes días. Ah, por cierto, también llegamos a ver el impresionante monte Rainier desde el coche el cual, sorprendentemente, seguía nevado a pesar de estar a finales de julio :O
Después del atasacazo que nos comimos en los dichosos puentecitos y tras una hora y media de viaje llegamos a la capital de Washington State: Olympia. Nuestro único objetivo era llegar a ver el Capitolio y dar una vuelta por el Downtown. Así lo hicimos y ya nos pusimos en dirección a Centralia para buscar un lugar donde dormir y reponer fuerzas para el día siguiente.
El motel en el que acabamos no era demasiado bueno, pero por lo menos nos daban el desayuno por la mañana y no era demasiado caro. El primer día de viaje había llegado a su fin, ya teníamos ganas de descansar y reponer fuerzas para el viaje del segundo: Portland y Salem (ya en el estado de Oregon)
Por cierto, pido disculpas anticipadas a Mariano por no haberte avisado de que me iba a pasar por tu ciudad, pero es que la visita era tan fugaz que hasta me daba vergüenza avisarte para tan poca cosa. Eso sí, creo que volveré por Seattle algún día y prometo llamarte para quedar a tomar algo ;)
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viernes, 2 de octubre de 2009
Excursión con los Chavales
Llevamos un mes y medio de clase y el instituto ya ha planeado la primera de las excursiones que se supone que van a hacer a lo largo del año (al final de la entrada veréis por qué digo “que se supone...”)
Martes 29 de septiembre: Suena el despertador a las 7:15am como todos los días, agarro mi mochila, mi bolsa de deporte y me voy al instituto... hoy es un día más feliz que otros porque hoy comienza una acampada con los alumnos de tres días en medio de la nada.
A las 9:00am estaba prevista la salida pero los últimos preparativos, organización de los chicos y meter todas las cosas en el bus (SÍ! UN BUS DE ESOS AMARILLOS!) hace que la salida se demore una hora y media... no importa, no tenemos prisa... lo único que nos espera es la naturaleza y la soledad del lugar ;)
El lugar de la acampada está a tan sólo a media hora de Santa Fe. El bus nos deja en una pista de tierra a una milla (tal vez milla y media) del campamento.
El primer viaje lo dedicamos a llevar nuestras mochilas y alguna que otra tienda de campaña... el camino es relativamente sencillo, salvo un par de arroyos secos que tuvimos que pasar. El problema es que somos muchos, la distancia es bastante y entre que uno se para ahora y el otro después, nos lleva un ratillo llegar.
Al llegar al campamento regresamos unos cuantos a la pista para acabar de traer todo aquello que se necesita para acampar en un lugar en el que no hay nada más que cactus, arañas, víboras y naturaleza a raudales (es decir: un montón de agua, hornillos para cocinar, útiles de cocina, toldos...)
El segundo viaje fue un poco más agotador porque había que llevar cosas ciertamente pesadas... menos mal que cuando llegamos ya estaban los sandwiches hechos y pudimos comer algo para recuperar fuerzas...
Después de comer nos dejaron la tarde libre tanto a profesores como a alumnos... tiempo para aprovechar e intentar dormir un poco antes de subir a echar un vistazo a una de las colinas que estaban al lado del campamento... ¡Qué paz! ¡Qué tranquilidad! Eso sí, del otro lado de la colina... donde los gritos de los chavales ya no se escuchaban. (Intentad admirar el silencio del siguiente vídeo, tan solo roto por el ruido de mis botas al levantarme para grabar desde un poco de más altura... IMPRESIONANTE)
Después de echarme la siesta, y antes de subir a la colina, vino Michael Tincher con nuestro primer problema: 7 chavales se habían ido hasta la pista a buscar unas esterillas para dormir y aún no habían aparecido. Bueno, pues nada, en pie y vamos en su búsqueda para ver si se han perdido o si es que están en cualquier sitio fumándose un peta, yo era, y sigo siendo, más partidario de esta última posibilidad, solo tenéis que ver a los chavales que desaparecieron para estar de acuerdo conmigo. En diez minutos los encontramos y volvemos todos al campamento...
El tiempo pasa y se hace de noche, hoguera en el cauce del arroyo (que está seco), cena a base de pasta y ensalada y finalmente reunión de todos los mexicanos alrededor de la hoguera para contar chistes, chismes e historias de miedo... estos chavales son la leche, qué bien se lo pasan estando todos juntos...
Cuando decidimos que ya es suficiente, los mandamos para las tiendas a dormir (por supuesto hicimos dos zonas bien separadas: chicos y chicas... no queríamos volver con más gente de la que habíamos llevado :D) y después de una hora más o menos logramos que todos estuviesen dentro de sus tiendas y nosotros pudimos por fin dormir (esto serían las 11:00pm)
El día siguiente amaneció con mucho aire, la temperatura era agradable y no había más que unas pocas nubes en el cielo... Agarramos a los chavales, los llevamos a la cima de la colina en la que había estado yo solo el día anterior, les dimos una pequeña clase de historia y después los separamos en dos grupos para dar una vuelta por la zona y de paso enseñarles alguna que otra cosilla acerca de mediciones y animales de la zona...
El grupo que iba con Carmen (Ciencias) y con Amber (Historia) decidieron irse por la parte alta de la colina. El grupo que venía con David (el otro profesor de Matemáticas) y conmigo y nos fuimos colina abajo y nos pusimos a andar por el cauce del río, formas bien curiosas las que el agua había dejado en la tierra: meandros por todas partes, tierra arcillosa, cortes verticales de las paredes del río... ¡digno de ver! En el camino, los alumnos encontraron una víbora, la agarraron y la llevaron todo el camino con nosotros para enseñársela al resto del grupo... Menos mal que la víbora era bastante tranquila. A las 2:30pm llegamos al campamento para comer más sandwiches :)
Por la tarde, como seguía haciendo mucho aire (aunque no frío) decidimos dejar que los alumnos se quedasen por el campamento lo que nos sirvió tanto a profesores como a alumnos para descansar de la paliza que nos habíamos dado con la caminata de la mañana. La cena la tuvimos que preparar dentro de mi tienda de campaña porque fuera se llenaba todo de arena. La cena, muy rica por cierto, fue a base de frijoles y burritos. Al acabar, los mexicanos volvieron a bajar al río para seguir con sus juegos.
La noche estaba realmente impresionante, hacía un poco de aire de más pero la alegría de ver un cielo tan limpio de contaminación, una noche con una Luna casi llena, ninguna nube alrededor, un montón de estrellas hizo que Michael Tincher se animase a sacar su telescopio y nos dedicamos a buscar estrellas en el cielo, admirar la profundidad de los cráteres de la Luna, observar Júpiter y sus bien diferenciadas cuatro lunas... MÁGICO
A las 10:00pm decidimos mandar a los chavales para las tiendas... ir se fueron bastante rápido pero nosotros tuvimos un poco más de trabajo. Tres de los chicos que habían desaparecido el día anterior volvieron a desaparecer... ¿qué estarían haciendo? Estuvimos buscándolos hasta que ellos mismos decidieron volver y por fin pudimos irnos todos para cama...
Como era la última noche de acampada los chicos salieron de sus tiendas después de que todos estuviésemos acostados, pero como tampoco hacían mucho ruido y como no se les veía intención de pasar al campamento de las chicas, dejamos que se divirtiesen bajo la estrellas. En el lado de las chicas parece ser que también fue igual, toda la noche hablando y de juerga... son chiquillos, si no hacen eso ahora, ¿cuándo lo van a hacer? :)
A la mañana siguiente nos levantamos, desayunamos, recogimos todas las cosas, nos las cargamos a los hombros entre todos y fuimos a esperar al bus... A la 13:00am ya estábamos en el instituto, donde nos esperaba la gran sorpresa del día...
Cuando llegamos nos extrañó bastante no encontrar a ningún niño deambulando por los pasillos, rascándose la barriga o simplemente haciendo alguna maldad en los “lockers” de los compañeros... Descargamos las cosas del autobús (ningún otro alumno apareció por allí cotilleando) y poco a poco se fueron yendo todos los alumnos de la excursión para sus casas. ¿Qué pasa en este instituto? ¿se han vuelto todos buenos de repente? ¿ya no hay curiosidad por preguntarle a los compañeros qué tal se lo han pasado?
La respuesta a todas esas preguntas se encuentra en que el martes por la mañana les llegó una notificación a la directiva del instituto diciendo que recortaban le presupuesto en $270.000! La decepción inicial fue tan grande por parte de la directiva que decidieron mandar a todos los chicos a casa hasta el viernes...
Según acabamos de descargar las cosas nos los explicó Juan Carlos tanto a Carmen como a mí, aún no tenemos la versión oficial de los hechos, no sé si nos la darán mañana (hoy es jueves y estoy escribiendo la entrada desde cama) o qué pasará... mañana saldré de dudas.
La cosa realmente está complicada... no lo digo en cuanto a nuestro futuro porque supongo que el Programa tendrá que solucionarlos la papeleta si al final hay que cerrar la escuela (particularmente no creo que esto vaya a ocurrir), la complicación viene a la hora de colocar a los alumnos en otras escuelas y que se acostumbren a otro ritmo de trabajo... el tiempo dirá qué es lo que ocurre.
Por cierto, el administrador parece ser que dijo que los fondos del instituto permitirían seguir pagando a todo el staff hasta el final de año, pero claro, el recorte de presupuesto en otros aspectos es más que inminente... lo cual hace peligrar las futuras excursiones que se puedan realizar, la compra de material... En todo el día de hoy, y de ayer, el cartel de administración rezaba: “Estamos haciendo el balance del año. Por favor, no molestar”
Situación difícil, y eso que aún no llegó la inspección del día 12 de octubre que es en la que se suponía que teníamos que tener 180 alumnos (tenemos sólo 120) para que nos siguiesen concediendo más fondos para el mantenimiento de la escuela... Como din na miña Terra “A Can flaco, todo son pulgas”...
Bueno, dejando estos temas burocráticos a un lado, el resumen que hago de la excursión es el siguiente:
2.- Carácter latino y carácter anglo son dos caracteres que son completamente opuestos. Los latinos son totalmente abiertos, no ocultan nada, tratan como a uno más a cualquier persona aunque se suponga que tiene más autoridad, se juntan en grupos enormes porque aunque vengan de distintos países o regiones se sienten todos iguales, cantan, comparten, ríen, gritan, lo que sea, pero juntos. El carácter anglo (no había ni una gran representación ni una buena representación) en general es mucho más cerrado, no te niegan la palabra pero tampoco se acercan a ti para hablarte, las conversaciones se limitan a un hola y adiós. Un hecho constatable en la acampada es que las dos tiendas más alejadas de todo el campamento era por un lado la de los chicos anglos, y por otro lado la de las chicas anglo... Vuelvo a decir, a lo mejor la representación anglo no era la mejor para tomar una “muestra aleatoria simple” :P y el número de anglos (7) no ayudaba frente al número de latinos (33) pero la sensación que me ha quedado es esta que os acabo de contar.
3.- La excursión, a parte de todo lo cansado que me ha dejado (me duele el menisco de la pierna izquierda, tengo los hombros cargados, tengo un cansancio de la leche de no dormir lo suficientemente cómodo y no dormir todas las horas necesarias), ha sido una experiencia totalmente positiva y que me ha servido para poder conocer mejor a mis alumnos y que ellos me conozcan a mí también
La semana que viene hay otra excursión con la otra mitad del instituto... no voy a poder estar, y sé que me va a dar pena no poder conocer mejor a esa otra mitad del institduto que me queda por conocer...
¡Boas noites!
PD: La directiva no nos ha contado nada acerca de los problemas de la escuela... Yo a día de hoy ya tenía que haber cobrado mi primer cheque con mi condición de profesor de Level 2 en vez de Level 1 pero mi sueldo sigue siendo el mismo... tampoco es que vaya a protestar estos días porque bastante trabajo tiene el pobre Steve intentando cuadrar las cuentas como para que vaya yo a tocar los “güitos” con este tema... más adelante ya iré.
PD2: Hoy, viernes 2 de septiembre, un coche ha atropellado a Carmen mientras venía en bici al instituto... balance final, un disgusto de la hostia por parte de todos los compañeros de trabajo (indudablemente, de forma más notoria para Juan Carlos y para mí) y un saldo de tres costillas rotas por parte de Carmen... Menos mal que las costillas no le han dañado ningún órgano interno... ¡Mucho ánimo en tu recuperación, Carmen!
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domingo, 6 de septiembre de 2009
Acampando en Hyde Park
Los preparativos para la acampada ya empezaron el miércoles pues teníamos que ir a hacer la compra para pasar las dos noches en Hyde Park, así que allí nos fuimos a un par de supermercados para comprar fruta, carne, leña, cerveza...
El viernes al acabar las clases, y puesto que en el instituto tienen muy buenos equipos de acampada para poder ir con los alumnos alguna que otra vez a lo largo del curso, empezamos a cargar en el coche de Rosario las tiendas de acampar, los sacos, las esterillas, los ponchos y algún que otro utensilio de cocina que había en el instituto.
Al final Rosario tuvo que hacer dos viajes para poder llevar TODO lo que teníamos que llevar y es que realmente teníamos muchísimas cosas. A Carmen y a mí nos parecía bastante exagerado pero cuando llegamos al lugar de la acampada entendimos por qué habíamos comprado tantas cosas y es que todos los del camping traían infinitas cosas para el camping... y es que parece ser que en USA el irse de camping supone llevarse todas las comodidades posibles para estar tan cómodo como en casa.
En el primer viaje nos dedicamos a buscar sitio para poder acampar, el sistema me pareció bastante curioso, tú vas con el coche y cuando encuentras un sitio libre para acampar, aparcas allí el coche y dejas todas tus cosas. A la hora a la que te apetezca bajas hasta la entrada del camping, agarras un papelito que hay allí, lo cubres y metes el dinero en un sobre junto con el papelito y lo depositas en una caja de madera que hay allí. Al día siguiente el Ranger revisa todos los papelitos y se va a dar una vuelta por todo el camping para comprobar que todo el mundo ha pagado... Porque íbamos con Rosario que si no seguro que aún estábamos buscando el modo de pago del camping.
Mientras Rosario bajaba a buscar a Juan Carlos y a Kenia (una compañera de Rosario que se apuntó también a la acampada), Carmen y yo nos quedamos montando las tiendas de campaña... al final tuvimos que usar dos parcelas, en una dejamos todas las cosas de la comida y en la otra montamos las tiendas.
En cuanto llegaron los demás se puso Juan Carlos a hacer la cena (sandwiches de ensalada de atún, “pico de gallo” que es una salsa picante para mojar con los nachos y alguna que otra cosilla para picar). Esa noche estuvo muy agradable porque había luna llena, no había nubes y no hacía mucho frío... Encendimos una hoguera con la leña que habíamos comprado, pusimos algo de música y nos quedamos tomando cervezas y charlando de todo lo que se nos ocurría hasta las 3 de la mañana... Lo siento mucho por los vecinos pero es que era viernes y había que aprovechar la noche :P
A la mañana siguiente nos levantamos a eso de las diez, desayunamos algo de leche, galletas, cereales y café y salimos a hacer algo de senderismo. Al principio fuimos monte arriba para ver si conseguíamos tener algo de cobertura en los móviles (había cobertura cero total) para que Carmen pudiese felicitar a su sobrino por su cumpleaños. La subida era de las duritas porque había una pendiente bastante fuerte pero por toda la naturaleza que se veía, merecía la pena hacer el esfuerzo.
Cuando íbamos de bajada encontramos un sendero que parecía tener bastante buena pinta así que decidimos seguir el camino hasta que llegamos a una pared de roca por la que bajaba un hilillo de agua (supongo que en invierno aquello será una cascada de agua). Nos paramos allí durante una media hora escuchando los sonidos del agua, de los pájaros carpinteros, de las chicharras... en definitiva, los sonidos de la naturaleza :)
Cuando llegamos a las tiendas de campañas nos pusimos a preparar la comida (chorizo mexicano con huevos revueltos, bacon, frijoles, más pico de gallo...), mientras estábamos cocinando por allí aparecían todo tipo de animales para aprovechar las cosillas que se nos caían, así tuvimos la visita de unas cuantas ardillas y de algún que otro pajarillo que, lejos de tener miedo, se acercaban hasta nosotros para agarrar todo lo que podían... La naturaleza en Santa Fe parece mucho más confiada que en otros sitios ;)
Después de la comida nos echamos una siesta y después Rosario bajó a Santa Fe a Juan Carlos y a Carmen porque preferían aprovechar el domingo desde primera hora. Me quedé yo sólo preparando las brasas para la barbacoa de la noche y que ahora sólo sería para Rosario, Kenia y yo. Cuando llegaron de vuelta Kenia y Rosario nos dedicamos a charlar un rato de música (los tres tenemos gustos musicales muy parecidos porque a los tres nos encanta el rock y estuvimos hablando de grupos “de aquí y de allá”), de viajes...
Al poco nos pusimos manos a la obra con la barbacoa (de esta vez había puesto las brasas demasiado pronto y tuvimos que esperar bastante para que se hiciese la comida con la poca brasa que quedaba... algún día conseguiré hacer una barbacoa en un tiempo razonable, lo prometo :P) y al acabar de comer las brochetas, los espárragos (¿sabéis que aquí en USA también los venden en manojos amarrados con una goma violeta? Costumbres universales parece ser jajaja) y las salchichas decidimos ir a calentarnos a la fogata que habíamos preparado. La noche estaba un poco más fría porque estaba nublado y había estado lloviendo un poco, pero aún así se estaba bien al lado del fuego así que seguimos hablando y escuchando música hasta las 12 de la noche mientras veíamos como el resto de vecinos hacían sus hogueras para poder calentarse.
A la mañana siguiente nos tuvimos que levantar temprano porque Kenia y Rosario tenían que ir a tomar unas clases al Community College a las nueve de la mañana. Como me tendría que quedar yo sólo en el camping decidí que yo también bajaba con ellas y ya me dejaban en casa...
Llegué a casa y decidí que aún podía dormir un rato más, así que me metí en mi camita y me quedé dormido hasta las once...
Resumen de la primera acampada en Santa Fe: sin duda fue algo muy agradable, el contacto con la vasta naturaleza que hay en Hyde Park, los innumerables animales que se ven (pude ver ardillas, pájaros carpinteros, chicharras, pajarillos de todos los colores, cuervos grandes como perros, ciervos al lado de la carretera...), la compañía de los compañeros que siempre tienen algo nuevo que aportarte con sus historias...
Ahora que estoy en casa estoy esperando a que lleguen las 7 de la tarde para ir a hacer la colada y a que lleguen de nuevo todos los compañeros para ir a la fiesta de Santa Fe, que empezó ayer y que está no muy lejos de mi casa, ninguno de nosotros sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar en la fiesta pero, sea lo que sea, seguro que pasamos un rato agradable... Además, hay que aprovechar las fiestas porque sólo duran hasta este jueves y habrá que verlas antes de que cierren todos los chiringuitos :)
No hubo suerte con el tema de la fiesta... hoy cayó una de esas tormentas típicas de Santa Fe y el plan se canceló, ¿a dónde vamos a ir si está todo totalmente mojado? Menos mal que antes de la tormenta vino Juan Carlos por mi casa y decidimos ir a bañarnos a la piscina de su urbanización... No pude asistir a la fiesta, pero por lo menos me pude dar mi primer chapuzón en Santa Fe... ¡qué impresión! Nosotros en la piscina y los rayos y los truenos aproximándose... :)
Para acabar esta entrada hoy comentaré que, mientras estaba escribiendo, me ha sonado en el ordenador la canción de Sharabbey Road de Vetusta Morla... ¡QUÉ RECUERDOS!
Y es que es cierto que aquí estoy viviendo una aventura única y estoy conociendo a gente muy maja, pero lo cierto es que no pasa un sólo día en el que no piense en toda la gente que he dejado en España y que, salvo algunas excepciones de gente que se ha marchado a otros lugares, pueden quedar para tomar unas cañas cuando quieran en compañía de la gente que está a su alrededor... CHIC@S, QUE SEPÁIS QUE EN PARTE TAMBIÉN ESTÁIS AQUÍ CONMIGO VIVIENDO SANTA FE Y SUS ALREDEDORES... Me acuerdo todos los días de vosotros :)
El viernes al acabar las clases, y puesto que en el instituto tienen muy buenos equipos de acampada para poder ir con los alumnos alguna que otra vez a lo largo del curso, empezamos a cargar en el coche de Rosario las tiendas de acampar, los sacos, las esterillas, los ponchos y algún que otro utensilio de cocina que había en el instituto.
Al final Rosario tuvo que hacer dos viajes para poder llevar TODO lo que teníamos que llevar y es que realmente teníamos muchísimas cosas. A Carmen y a mí nos parecía bastante exagerado pero cuando llegamos al lugar de la acampada entendimos por qué habíamos comprado tantas cosas y es que todos los del camping traían infinitas cosas para el camping... y es que parece ser que en USA el irse de camping supone llevarse todas las comodidades posibles para estar tan cómodo como en casa.
En el primer viaje nos dedicamos a buscar sitio para poder acampar, el sistema me pareció bastante curioso, tú vas con el coche y cuando encuentras un sitio libre para acampar, aparcas allí el coche y dejas todas tus cosas. A la hora a la que te apetezca bajas hasta la entrada del camping, agarras un papelito que hay allí, lo cubres y metes el dinero en un sobre junto con el papelito y lo depositas en una caja de madera que hay allí. Al día siguiente el Ranger revisa todos los papelitos y se va a dar una vuelta por todo el camping para comprobar que todo el mundo ha pagado... Porque íbamos con Rosario que si no seguro que aún estábamos buscando el modo de pago del camping.
Mientras Rosario bajaba a buscar a Juan Carlos y a Kenia (una compañera de Rosario que se apuntó también a la acampada), Carmen y yo nos quedamos montando las tiendas de campaña... al final tuvimos que usar dos parcelas, en una dejamos todas las cosas de la comida y en la otra montamos las tiendas.
En cuanto llegaron los demás se puso Juan Carlos a hacer la cena (sandwiches de ensalada de atún, “pico de gallo” que es una salsa picante para mojar con los nachos y alguna que otra cosilla para picar). Esa noche estuvo muy agradable porque había luna llena, no había nubes y no hacía mucho frío... Encendimos una hoguera con la leña que habíamos comprado, pusimos algo de música y nos quedamos tomando cervezas y charlando de todo lo que se nos ocurría hasta las 3 de la mañana... Lo siento mucho por los vecinos pero es que era viernes y había que aprovechar la noche :P
A la mañana siguiente nos levantamos a eso de las diez, desayunamos algo de leche, galletas, cereales y café y salimos a hacer algo de senderismo. Al principio fuimos monte arriba para ver si conseguíamos tener algo de cobertura en los móviles (había cobertura cero total) para que Carmen pudiese felicitar a su sobrino por su cumpleaños. La subida era de las duritas porque había una pendiente bastante fuerte pero por toda la naturaleza que se veía, merecía la pena hacer el esfuerzo.
Cuando íbamos de bajada encontramos un sendero que parecía tener bastante buena pinta así que decidimos seguir el camino hasta que llegamos a una pared de roca por la que bajaba un hilillo de agua (supongo que en invierno aquello será una cascada de agua). Nos paramos allí durante una media hora escuchando los sonidos del agua, de los pájaros carpinteros, de las chicharras... en definitiva, los sonidos de la naturaleza :)
Cuando llegamos a las tiendas de campañas nos pusimos a preparar la comida (chorizo mexicano con huevos revueltos, bacon, frijoles, más pico de gallo...), mientras estábamos cocinando por allí aparecían todo tipo de animales para aprovechar las cosillas que se nos caían, así tuvimos la visita de unas cuantas ardillas y de algún que otro pajarillo que, lejos de tener miedo, se acercaban hasta nosotros para agarrar todo lo que podían... La naturaleza en Santa Fe parece mucho más confiada que en otros sitios ;)
Después de la comida nos echamos una siesta y después Rosario bajó a Santa Fe a Juan Carlos y a Carmen porque preferían aprovechar el domingo desde primera hora. Me quedé yo sólo preparando las brasas para la barbacoa de la noche y que ahora sólo sería para Rosario, Kenia y yo. Cuando llegaron de vuelta Kenia y Rosario nos dedicamos a charlar un rato de música (los tres tenemos gustos musicales muy parecidos porque a los tres nos encanta el rock y estuvimos hablando de grupos “de aquí y de allá”), de viajes...
Al poco nos pusimos manos a la obra con la barbacoa (de esta vez había puesto las brasas demasiado pronto y tuvimos que esperar bastante para que se hiciese la comida con la poca brasa que quedaba... algún día conseguiré hacer una barbacoa en un tiempo razonable, lo prometo :P) y al acabar de comer las brochetas, los espárragos (¿sabéis que aquí en USA también los venden en manojos amarrados con una goma violeta? Costumbres universales parece ser jajaja) y las salchichas decidimos ir a calentarnos a la fogata que habíamos preparado. La noche estaba un poco más fría porque estaba nublado y había estado lloviendo un poco, pero aún así se estaba bien al lado del fuego así que seguimos hablando y escuchando música hasta las 12 de la noche mientras veíamos como el resto de vecinos hacían sus hogueras para poder calentarse.
A la mañana siguiente nos tuvimos que levantar temprano porque Kenia y Rosario tenían que ir a tomar unas clases al Community College a las nueve de la mañana. Como me tendría que quedar yo sólo en el camping decidí que yo también bajaba con ellas y ya me dejaban en casa...
Llegué a casa y decidí que aún podía dormir un rato más, así que me metí en mi camita y me quedé dormido hasta las once...
Resumen de la primera acampada en Santa Fe: sin duda fue algo muy agradable, el contacto con la vasta naturaleza que hay en Hyde Park, los innumerables animales que se ven (pude ver ardillas, pájaros carpinteros, chicharras, pajarillos de todos los colores, cuervos grandes como perros, ciervos al lado de la carretera...), la compañía de los compañeros que siempre tienen algo nuevo que aportarte con sus historias...
Ahora que estoy en casa estoy esperando a que lleguen las 7 de la tarde para ir a hacer la colada y a que lleguen de nuevo todos los compañeros para ir a la fiesta de Santa Fe, que empezó ayer y que está no muy lejos de mi casa, ninguno de nosotros sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar en la fiesta pero, sea lo que sea, seguro que pasamos un rato agradable... Además, hay que aprovechar las fiestas porque sólo duran hasta este jueves y habrá que verlas antes de que cierren todos los chiringuitos :)
No hubo suerte con el tema de la fiesta... hoy cayó una de esas tormentas típicas de Santa Fe y el plan se canceló, ¿a dónde vamos a ir si está todo totalmente mojado? Menos mal que antes de la tormenta vino Juan Carlos por mi casa y decidimos ir a bañarnos a la piscina de su urbanización... No pude asistir a la fiesta, pero por lo menos me pude dar mi primer chapuzón en Santa Fe... ¡qué impresión! Nosotros en la piscina y los rayos y los truenos aproximándose... :)
Para acabar esta entrada hoy comentaré que, mientras estaba escribiendo, me ha sonado en el ordenador la canción de Sharabbey Road de Vetusta Morla... ¡QUÉ RECUERDOS!
Y es que es cierto que aquí estoy viviendo una aventura única y estoy conociendo a gente muy maja, pero lo cierto es que no pasa un sólo día en el que no piense en toda la gente que he dejado en España y que, salvo algunas excepciones de gente que se ha marchado a otros lugares, pueden quedar para tomar unas cañas cuando quieran en compañía de la gente que está a su alrededor... CHIC@S, QUE SEPÁIS QUE EN PARTE TAMBIÉN ESTÁIS AQUÍ CONMIGO VIVIENDO SANTA FE Y SUS ALREDEDORES... Me acuerdo todos los días de vosotros :)
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miércoles, 26 de agosto de 2009
Naturaleza al Cruzar la Calle
Andar durante media hora, cruzar la puerta de casa, coger el coche durante 15 minutos... tanto da, vayas a dónde vayas te encuentras naturaleza a raudales... Y eso que aún no hemos explorado el desierto.
Boas noites... eu seguiréi a durmir co canto dos grilos mentres non chegue a neve
Boas noites... eu seguiréi a durmir co canto dos grilos mentres non chegue a neve
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