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viernes, 22 de abril de 2011

Route 66 de Amarillo a Oklahoma City con Álvaro y Santiago

Saliendo de Amarillo fuimos parando en algunos pueblecitos que tenían algo relativo a la Ruta 66.

Así el primer lugar fue Conway, no llegamos a entrar en el pueblo porque la atracción estaba a la entrada del propio pueblo: El Bug Ranch, una versión cutre del Cadillac Ranch pero que si no la has visto te pica la curiosidad por parar :)


Nuestra siguiente parada: Groom. Un pueblo pequeño, como casi todos los de la Route 66, pero que tiene en sus alrededores la que se supone es la Cruz más grande de la zona oeste. Nos acercamos a la cruz, que sí es grande, y todo alredor de ella hay esculturas de la pasión y muerte de Cristo, un lugar que está muy interesante de visitar, seas creyente o no, realmente es un buen dibujo de lo que fue la pasión y muerte de Cristo.


A la salida de Groom se encuentra la Torre de Agua Inclinada, al lado de un negocio de coches, que no tiene absolutamente nada de turístico pero que, si la ves, te hace desviarte de tu camino para ver qué es aquello (por cierto, la torre ya fue construida inclinada, no hay historia como la de la Torre de Pisa ni nada de eso)


En Alanreed salimos para ir a ver el cementerio más antiguo de la Route 66 en Texas. Y como siempre digo, un cementerio, ¿eso qué tiene para ver? No sé, pero aquí en USA los cementerios me llaman mucho la atención. Del resto de Alanreed nada memorable para destacar, es un pueblo como el resto, casas, calles, gente preguntándose si conocerán a los que van en el coche... ese encanto que sólo se puede encontrar en los pueblos pequeños que, por una cosa o por otra, han quedado apartados de la carretera principal y viven con la tranquilidad de vivir al lado de una carretera que, en algún momento, sí fue principal.



Ya estaba comenzando a caer la tarde y tuvimos que empezar a dejar de lado algún que otro pueblo para poder llegar a Oklahoma City a una hora prudente, eso sí, aún quedaba tiempo para comprobar la herencia irlandesa del pueblo de Shamrock (el nombre ya lo dice todo), sus tréboles por todas partes y el U-Drop-Inn con su torre de Art-Deco.


Desde allí a la entrada de Oklahoma, otro estado más para anotar a la lista de "Estados en los que He Estado", no hay más que unas pocas millas.

Ya el ocaso nos estaba mostrando sus colores y decidimos no parar en ningún sitio más, salvo para echar gasolina a la entrada de Oklahoma, y seguir directamente hasta Oklahoma City.



Pero eso ya será parte de otra entrada, que ésta ya ha quedado suficientemente larga.

jueves, 21 de abril de 2011

Route 66 de Santa Fe a Amarillo con Álvaro y Santiago

El jueves Álvaro se quedó visitando Santa Fe mientras yo iba a trabajar. Cuando salí de la escuela fuimos Santiago y yo a rentar un coche para ir de Santa Fe hasta Dallas. A las cinco ya estábamos en marcha para empezar a recorrer la primera etapa de la Route 66, una etapa que ya había hecho pero que era una parte obligatoria del camino para llegar a nuestro destino final, Dallas.


La primera parada fue Santa Rosa para ver un poco el pequeño Downtown e ir a visitar el Blue Hole. Como llegamos en la tarde, el azul del Blue Hole no era tan intenso como la primera vez que lo vi, lo vi como a las doce de la mañana y el azul era espectacular, pero como quiera mereció la pena volver al Blue Hole, a ver el Downtown y a disfrutar de la puesta de sol en Santa Rosa.


Seguimos nuestro camino, ya de noche, y pasamos por Tucumcari para echar gasolina al coche y ya de paso ver de pasado uno de los pueblos que había visto en mi primera visita, incluido el centro de convenciones y un motel que tenía los garages para los coche pintados con motivos de la Route 66.


Finalmente llegamos a dormir a Amarillo a las 11:30 de la noche. Intentamos ir a comer a un Hooters pero estaba cerrando así que acabamos comiendo en un iHop y después nos fuimos a buscar un motel para dormir. El primer día se acababa y, para el poco tiempo que habíamos tenido, ya habíamos visitado unos cuantos sitios.


Al día siguiente nos tocó dar una vuelta por el Downtown de Amarillo, ir a ver los coches clavados de morro en el Cadillac Ranch y volver a disfrutar de un paseo en coche por el interior del cañón en Palo Duro Canyon.


Ya de regreso a Amarillo paramos a disfrutar de la carne texana en el The Big Texan, estábamos hambrientos y disfrutar de la decoración de ese lugar, en el que ya había estado en mi anterior visita a Amarillo, siempre te hace sentirte un poco más texano. La carne: buenísima.


De Amarillo, nuestro siguiente destino era Oklahoma City pero antes de eso nos tocó parar en unos cuantos pueblos de la Route 66 para ver qué tenían de especial.


lunes, 4 de octubre de 2010

La Montaña Amarilla

El año pasado se me había escapado, pero este año pretendía no dejarlo pasar... Y es que una de las cosas bonitas que tiene Santa Fe es su montaña y los aspen que cambian del color verde de las hojas, al amarillo, posteriormente el rojo y finalmente se le caen las hojas para que puedas observar el blanco de su corteza.


Este año decidí subir un par de días con Saraí para comprobar el cambio. Lo único que pudimos ver fue, sobre todo, cómo el color amarillo de las hojas invadía todo el paisaje de la montaña. A este año parece que se le olvidó que las hojas también debían pasar por el color rojo.


Lo cierto es que sí es un paisaje digno de ver y, por ese motivo, no hay día que subas y que no te encuentres a unas cuantas personas, cámara en mano, inmortalizando el momento de octubre en que esto ocurre.


Una atracción más por la que Santa Fe merece la pena ser visitada.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Route 66 (3ª Etapa)


Con el cambio de hora estaba un poco perdido, al final logré levantarme a las 9:15am, tiempo suficiente para hacer el Check-Out a las 10:00am.

Al final decidí quedarme en Amarillo y alrededores. Tras valorar la distancia hasta Oklahoma y el viaje de vuelta a Santa Fe en un día preferí recorrer las calles de Amarillo y después acercarme a Palo Grande Canyon, que está tan solo a 25 millas de Amarillo.

Primera visita después de salir del motel: Cadillac Ranch, no son más que 10 Cadillacs “espetados” (como se diría na Miña Terra) en el suelo pero la verdad es que hacen una estampa muy curiosa. Merece la pena ir a verlos.


Después de ver los Cadillacs tomé la antigua Route 66 que, por supuesto, pasaba por delante del Cadillac Ranch y me dediqué a observar la ciudad de Amarillo desde la Ruta. No había mucho que ver, Amarillo no deja de ser una ciudad como otra cualquiera. Lo interesante de la experiencia fue intentar seguir la Ruta sin ningún mapa de ayuda y después dedicarme a ver los barrios de casas típicamente americanas que había por el resto de la ciudad. Ah, por cierto, me tuve que parar en las vías del tren porque estaba pasando un tren de mercancías... sin exagerar, estuve esperando durante al menos 3 o 4 minutos hasta que dejaron de pasar vagones... ¡qué bicho más grande!


Y hablando de bichos grandes... una de las cosas que más me llamó la atención de toda la Ruta fue la cantidad de camiones enormes que adelanté y me adelantaron. Cuando hablo de camiones grandes estoy hablando de los típicos camiones con morro americano y con unos remolques enormes... me fascinan tanto estos bichos que tengo unas cuantas fotos de camiones por la carretera y tengo más recuerdos todavía grabados en la memoria. Y algo sorprendente, por lo menos para un español, los camiones no tienen un límite de velocidad especial, van a 75 millas por hora (120 km/h) como el resto de los coches y eso si respetan la velocidad porque no es de extrañar que vayas a 80 mi/h (eso es igual que en España, te dejan ir unas 5 mi/h por encima sin que te multen) y te pase una máquina de sabe Dios cuántas toneladas mientras te quedas maravillado con todas las luces que tiene y todo lo grande que es... IMPRESIONANTE! Desde luego que para entenderlo hay que vivirlo.


Volviendo al viaje, después de ver Amarillo tomé la carretera que me llevaba a Palo Grande Canyon. Después de 25 millas y de $5 de entrada pasé tres horas dando vueltas con el coche y caminando por algún sendero. El cañón merece la pena, es impresionante (como todas las cosas que “hacen” en USA jajaja), la variedad de colores, los arroyos atravesando la carretera y cortes en las montañas hacen que se te pase el tiempo volando.


A las cuatro y media decidí poner rumbo de vuelta a New Mexico por la Route 66 para encontrarme el domingo más cerca de Santa Fe. En mi camino de vuelta decidí pasar por Canyon (no está en la Ruta 66 pero me pillaba de camino para regresar de Palo Grande Canyon hacia Amarillo), volver a pasar por los pueblos que más me gustaron. Así que me desvié de la I-40 para volver a ver Vega, Adrian, Glenrio, ver San Jon (no me había parado en el viaje de ida) y finalmente parar a dormir en Tucumcari (puedo decir que este pueblo fue uno de los que más me gustó).


Por cierto, un dato más a tener en cuenta acerca de la Ruta 66, el punto medio de la ruta se encuentra en Adrian (último pueblo de Texas antes de entrar en New Mexico). Antes había una cafetería que llevaba ese nombre, la cafetería desapareció como tantos otros negocios pero el cartel lo dejaron en su sitio, bueno, no está entero porque le han borrado la parte en la que decía que era una cafetería la que llevaba ese nombre. Lo cierto es que me llamó la atención el cartel que vi en la carretera, le saqué la foto que véis a continuación, y en cuanto llegué al hotel comprobé que lo que rezaba el cartel era cierto. Otra forma de enterarse de las curiosidades del camino... fijarse en los detalles curiosos que te ofrece y después comprobar que son ciertos ;)



Cuando estaba llegando a la frontera con New Mexico empezó uno de los espectáculos más impresionantes de esta zona del país: la puesta de sol. Logré hacer unas fotos justo cuando estaba llegando a Glenrio, considero que son bastante buenas pero desde luego nada tienen que ver con la grandiosidad que supone verlo en directo. Hoy, al igual que muchos otros días, realmente me ha encantado estar viajando hacia el oeste a esa hora del día. Cuando deje de vivir en New Mexico una de las cosas que más echaré de menos, sin lugar a dudas, será el poder ver estos atardeceres que nos regala la naturaleza en el desierto.


En Tucumcari paré a dormir en un motel que estaba enfrente de un restaurante chino: me apetecía comer comida china y el motel (Royal Inn) tenía una pinta normalita, internet y desayuno gratis y era baratillo ($30). Mi idea inicial era la de dormir en el Blue Swalow Motel (muy buena pinta) pero al final me eché para atrás porque parecía ser algo caro.


Mañana por la mañana saldré temprano del hotel para ver si logro llegar después de comer a Santa Fe. En mi camino de vuelta espero poder disfrutar del camino que hice de noche cuando comencé mi aventurilla el jueves.

Por cierto, el día de hoy fue otro día de temperaturas estupendas (alrededor de 80ºF, con deciros que he tenido que tener casi todo el día el aire acondicionado del coche puesto), así que he tenido que estar todo el día en camiseta... Para estar en Noviembre creo que he escogido el mejor fin de semana que he podido, en otra ocasión seguro que no tengo tanta suerte.

¡Ata mañá!


viernes, 6 de noviembre de 2009

Route 66 (2ª Etapa)



A las 7:30 de la mañana sonó el despertador, no voy al instituto pero me levanto a la misma hora ;) Me ducho, desayuno y voy a conocer el Santa Rosa.

Antes de salir le pregunto a la señora de recepción qué puedo ver en Santa Rosa y me habla del lago que hay en el pueblo, de una cosa a la que le llama Blue Hole, de la iglesia del pueblo, del Ayuntamiento y de poco más.



Me doy cuenta que en el Ayuntamiento ya estuve el día anterior y decido ir al resto de los sitios. Un pueblo de lo más tranquilo y del que destacará lo que la señora llamó Blue Hole, resulta que es una fosa natural que, sorprendentemente, tiene un color azulado en la superficie y en la cual se puede hacer submarinismo... los datos de la fosa están en la siguiente foto.


Decido irme de Santa Rosa con destino a Cuervo, agarro la Old Route 66 pero la señalización brilla por su ausencia y en el cruce en el que se supone debería estar indicado el cambio de dirección para ir hacia Cuervo, resulta que no hay nada... Indudablemente me lo paso y acabo viendo unas formaciones rocosas que están bastante chulas.



Cuando decido que debo de haberme pasado el cruce, doy la vuelta con la intención de ir de vuelta a Santa Rosa pero encuentro un cruce sin señalización que parece dirigirse hacia la zona en la que se suponía debería de estar Cuervo... efectivamente, el cruce daba directamente a Cuervo! Acababa de encontrar de nuevo la Old Route 66!



Después de eso aparecieron los pueblos fantasma de Cuervo y Newkirk, bueno, fantasmas totalmente no eran porque había un par de casas o tres que sí estaban habitadas.



El siguiente pueblo de la ruta fue Tucumcari, un pueblo de los de verdad, con coches por las calles, moteles, gasolineras, restaurantes, tiendas y un monumento a la Route 66. La verdad es que en este pueblo también pasé un buen rato viendo por fuera los museos que tenía, la Postal Office, la comisaría, la corte, las iglesias... un buen sitio para pasar un par de horas.


Después de Tucumcari tocaba visitar Glenrio, otro pueblo fantasma en el que no había nada más que 6 o 7 edificios abandonados, entre ellos, un par de casas, un par de gasolineras y la oficina de correos... parece increíble como puede desaparecer totalmente un pueblo al dejar de pasar por allí la Ruta 66. En este pueblo, como tenía pocas cosas que ver decidí avanzar por la antigua ruta 66 en dirección a Tucumcari, había llegado a este pueblo desde Tucamcari por la highway en vez de por la ruta 66... ¡y qué bien hice! Al poco de pasar el pueblo de Glenrio la carretera dejaba de estar asfaltada, ya el asfalto no era bueno, para convertirse en una pista de tierra... como me pareció un camino interesante decidí adentrarme durante una media hora a ver qué aparecía. Lo que apareció: vacas, un cementerio de coches, algún rancho a lo lejos... en cuanto decidí que ya había visto bastante me di la vuelta y volví a la highway, por cierto se llama Interstate I-40, para retomar la ruta.


Ni una milla más allá de Glenrio ya empezaba el siguiente estado: Texas (el cuarto estado que he pisado desde que estoy en USA, primero fue New York, después Georgia aunque sólo fuese estando en el aeropuerto durante ya no me acuerdo cuantas horas, New Mexico y finalmente Texas... mañana tendré que decidir si sigo mi ruta hasta llegar a Oklahoma o si me quedo por Texas).



Según entré en Texas por la I-40 me llamó la atención una cosa: el límite de velocidad había bajado de 75 mi/h a 70 mi/h y, además, durante la noche la velocidad se reducía de nuevo hasta las 65 mi/h. Eso y que en Texas es una hora menos... Pasé del Mountain Time al Central Time... Esta hora que he perdido prometo recuperarla el domingo cuando regrese :)


Al poco de entrar en Texas, “The Lonely Star State”, me encuentro con Adrian, un pueblo con pocas cosas que ver, un par de restaurantes curiosos, la oficina postal y poco más. El siguiente pueblo es Vega, realmente curioso, del estilo de Tucumcari, casitas bajas, una torre de no sé muy bien qué con el nombre del pueblo, el típico centro de un pueblo pequeño que muestran en las pelis y algo sorprendente para uno de los estados que más petróleo tiene en USA: un parque de aerogeneradores.


Los pueblos siguientes que me encontré no tenían nada más que casas y no hice otra cosa más que salir de la autovía para volver a tomarla.

A las 6:15pm llegué por fin a Amarillo: de momento no conozco nada más que la highway que lo atraviesa por el centro pero lo que he visto da la impresión de ser una ciudad grande. Bueno, de hecho ya me he comido mi primer atasco texano (y estadounidense) porque había habido un choque en cadena.

Lo único que hice al llegar a Amarillo, ya estaba anocheciendo, fue buscar el restaurante The Big Texan para cenar. Este restaurante es conocido en la Route 66 porque si eres capaz de comerte un filete de 72oz (2kg) te sale la comida gratis. Pedí la versión reducida de este plato (18oz) y me puse a comerlo con calma. Mientras estaba yo intentando acabarme el filete llegó un valiente que se atrevió con el reto. Lo subieron a un estrado en medio del restaurante y se puso a la tarea... finalmente no logró acabárselo. Bueno, por lo menos lo intentó, ¿no?


Después del restaurante me fui a buscar un motel... de esta vez bastante barato ($30) y con conexión a internet...

En cuanto acabe de subir esta entrada me iré para cama a decidir si me quedó viendo Amarillo y alrededores o si sigo por la Route 66 hasta Oklahoma...

Boas noites para min, boas madrugadas para vós.