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domingo, 28 de febrero de 2010

Definición Perfecta de New Mexico



Creo que en alguna ocasión he recomendado en este blog algún artículo de Mariano Lozano, un español que lleva en USA un montón de años y que mucho me temo que regresará a España únicamente en sus vacaciones :)

Es un blog que ayuda mucho a toda aquellas personas que quieren venir a vivir a USA, a mí desde luego me ayudó. Y además siempre está dispuesto a responder a todas las preguntas que se le hacen en su foro (La Charca) o en spaniards.



El caso es que Mariano ha estado recientemente visitando New Mexico (no coincidimos, entre otras cosas, porque yo me enteré tarde de que venía de visita por este estado y porque yo en esas fechas no estaba en mi querida Santa Fe) y ha escrito una entrada en su blog que define perfectamente lo que se puede encontrar en este estado en general y en las ciudades de Santa Fe, Taos y Albuquerque en particular... He de confesar que cuando leí el artículo sentí algo de envidia por no tener la capacidad de expresar en palabras todo aquello que él sí es capaz de contar.



Os recomiendo encarecidamente que leáis la entrada tanto si queréis venir a visitar New Mexico o si no sabéis si New Mexico es un estado al que merezca la pena venir. Os garantizo que al final de la entrada tendréis ganas de venir a visitar las grandezas de este estado.

Aquí os dejo el enlace de la entrada: http://www.marianolozano.com/2010/02/26/santa-fe-taos-y-albuquerque-las-perlas-de-nuevo-mxico/#comment-7714

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las Cruces


Los fines de semana están para disfrutarlos... y este fin de semana me tocó ir a disfrutarlo a Las Cruces, en la frontera de New Mexico con Mexico.

El viaje hasta allí es de cuatro horas, 300 millas, pero sin duda alguna ha merecido la pena. En primer lugar porque ese viaje me hizo cumplir una de las promesas que había hecho en el curso de Getafe antes de venir a los States y es que le había dicho a Adriana, una muy buena amiga a la que ayudé a completar en tiempo récord los papeles necesarios para poder venir a New Mexico, “La próxima vez que nos veamos será al otro lado del Océano”, y por fin este fin de semana se ha cumplido la promesa, y lo mejor es que no acaba ahí la cosa, este fin de semana se va a pasar Adriana por aquí para acabar de cumplir el trato... Bueno, realmente el trato no estará acabado porque aún nos queda por ir a visitar a una compañera que se va a trabajar a Oregon, pero eso ya formará, cuando decidamos ir, parte de otra entrada.



Pues el viaje a Las Cruces empezó el viernes sobre las cinco de la tarde, llegada a Las Cruces a eso de las nueve de la noche y cervecita en un garito, con música en directo por supuesto, en Mesilla... qué mejor forma de llegar a un sitio que conociendo los bares locales ;)

Al día siguiente tocó madrugar porque Adriana fue a jugar un torneo de tenis a El Paso, Texas, y mientras yo aproveché para conocer todos los chalets de la falda de la montaña, el club de tenis al que iba a jugar estaba justo en medio de la tremenda urbanización, y después para conocer el resto de El Paso: el Downtown, la frontera con Ciudad Juárez, la Universidad...


Estaba a un paso de poder entrar a México pero toda la gente con la que había hablado me desaconsejaron cruzar la frontera por la inseguridad de Ciudad Juárez y, como aún me quedan muchos sitios que ver en USA antes de ser secuestrado en Juárez, decidí quedarme en territorio americano viendo los tremendos contrastes que hay entre las grandes mansiones que hay en la falda de la montaña y los edificios tristes de apartamentos que te encuentras en el borde con la frontera.


Cuando salió Adriana de jugar sus partidos, ganó el individual y perdió el de dobles, nos fuimos directos a ver el atardecer en White Sands, ya cerca de Las Cruces (bueno, cerca una polla porque queda a 45 minutos), y desde luego que, aunque sólo fuese por eso, merece la pena haberse metido una paliza de 8 horas de ida y vuelta... ¡qué preciosidad! ¡vaya atardecer! ¡qué grandioso es el blanco del desierto! ¡cuántas dunas! si es que hasta la carretera tomaba el color blanco... No sabría expresar la magnificencia del lugar ni aunque fuese filólogo :P

Después de White Sands tocó fiesta en casa de los vecinos de Adriana, otra cosa que me sorprendió y que tenía muchas ganas de probar, los vecinos, sin tener mucha relación contigo, llega un día y te dicen que te vayas a comer Gambo (una comida típica de Lousiana) porque han invitado a media urbanización y tú también entras en el lote, bueno, entraba en el lote Adriana y sus acompañantes, en este caso yo. Me encantó el Gambo y sobre todo la sensación de entrar en una casa ajena y servirte lo que te daba la gana, andar por donde querías y hablar la gente, que aunque no te conociesen de nada, siempre tenían algo que contarte... otra situación más con la que llenar la maleta de los recuerdos.



Para rematar la noche fuimos al cumpleaños de unos de los compañeros de trabajo de Adriana y estuvimos allí hasta la medianoche... este ya fue una fiesta más latina, entre otras cosas porque la mayoría eran sino españoles, hispanos, y las fiestas ya se asemejan más a lo que nosotros estamos acostumbrados... simplemente, una noche genial.


Al día siguiente nos tocó volver a El Paso para que Adriana ganase la final del torneo de individuales (¡enhorabuena Adri!) y después fuimos, después de tomar un Shake en el Dairy Queen (¿que no sabéis lo que es un Shake? ¿ni el Dairy Queen? en cuanto vengáis a USA os lo enseñaré de muy buena gana), a conocer lo que es el Downtown de Las Cruces, comer pescado en un mexicano y finalmente ir a visitar Mesilla, un pueblecito al lado de Las Cruces, que es un pueblo tradicional de New Mexico en el que tuvimos la suerte de ver una concentración de mariachis... me encantó poder ver y oír a los mariachis en acción. Para rematar la función, fuimos a ver los campos de picans de Las Cruces y con las mismas regresé a mi Santa Fe... como no, en el camino de ida volví a ser espectador de otra de las puestas de sol de este estado. Sé que ya lo he dicho un montón de veces pero lo volveré a decir: una de las cosas que más echaré de menos cuando me vaya de este estado es no poder disfrutar de las impresionantes puestas de sol...



Por cierto, después de un fin de semana de sol, un poquito de lluvia en Las Cruces y muy buenas temperaturas, al llegar a Santa Fe, la nieve estaba esperándome a la puerta de mi casa, la temperatura estaba por debajo de los 30ºF y al día siguiente me tocó rascar la luna de delante del coche para poder quitarle el hielo... Santa Fe parecía querer decirme: Wellcome Back! :)


sábado, 7 de noviembre de 2009

Route 66 (3ª Etapa)


Con el cambio de hora estaba un poco perdido, al final logré levantarme a las 9:15am, tiempo suficiente para hacer el Check-Out a las 10:00am.

Al final decidí quedarme en Amarillo y alrededores. Tras valorar la distancia hasta Oklahoma y el viaje de vuelta a Santa Fe en un día preferí recorrer las calles de Amarillo y después acercarme a Palo Grande Canyon, que está tan solo a 25 millas de Amarillo.

Primera visita después de salir del motel: Cadillac Ranch, no son más que 10 Cadillacs “espetados” (como se diría na Miña Terra) en el suelo pero la verdad es que hacen una estampa muy curiosa. Merece la pena ir a verlos.


Después de ver los Cadillacs tomé la antigua Route 66 que, por supuesto, pasaba por delante del Cadillac Ranch y me dediqué a observar la ciudad de Amarillo desde la Ruta. No había mucho que ver, Amarillo no deja de ser una ciudad como otra cualquiera. Lo interesante de la experiencia fue intentar seguir la Ruta sin ningún mapa de ayuda y después dedicarme a ver los barrios de casas típicamente americanas que había por el resto de la ciudad. Ah, por cierto, me tuve que parar en las vías del tren porque estaba pasando un tren de mercancías... sin exagerar, estuve esperando durante al menos 3 o 4 minutos hasta que dejaron de pasar vagones... ¡qué bicho más grande!


Y hablando de bichos grandes... una de las cosas que más me llamó la atención de toda la Ruta fue la cantidad de camiones enormes que adelanté y me adelantaron. Cuando hablo de camiones grandes estoy hablando de los típicos camiones con morro americano y con unos remolques enormes... me fascinan tanto estos bichos que tengo unas cuantas fotos de camiones por la carretera y tengo más recuerdos todavía grabados en la memoria. Y algo sorprendente, por lo menos para un español, los camiones no tienen un límite de velocidad especial, van a 75 millas por hora (120 km/h) como el resto de los coches y eso si respetan la velocidad porque no es de extrañar que vayas a 80 mi/h (eso es igual que en España, te dejan ir unas 5 mi/h por encima sin que te multen) y te pase una máquina de sabe Dios cuántas toneladas mientras te quedas maravillado con todas las luces que tiene y todo lo grande que es... IMPRESIONANTE! Desde luego que para entenderlo hay que vivirlo.


Volviendo al viaje, después de ver Amarillo tomé la carretera que me llevaba a Palo Grande Canyon. Después de 25 millas y de $5 de entrada pasé tres horas dando vueltas con el coche y caminando por algún sendero. El cañón merece la pena, es impresionante (como todas las cosas que “hacen” en USA jajaja), la variedad de colores, los arroyos atravesando la carretera y cortes en las montañas hacen que se te pase el tiempo volando.


A las cuatro y media decidí poner rumbo de vuelta a New Mexico por la Route 66 para encontrarme el domingo más cerca de Santa Fe. En mi camino de vuelta decidí pasar por Canyon (no está en la Ruta 66 pero me pillaba de camino para regresar de Palo Grande Canyon hacia Amarillo), volver a pasar por los pueblos que más me gustaron. Así que me desvié de la I-40 para volver a ver Vega, Adrian, Glenrio, ver San Jon (no me había parado en el viaje de ida) y finalmente parar a dormir en Tucumcari (puedo decir que este pueblo fue uno de los que más me gustó).


Por cierto, un dato más a tener en cuenta acerca de la Ruta 66, el punto medio de la ruta se encuentra en Adrian (último pueblo de Texas antes de entrar en New Mexico). Antes había una cafetería que llevaba ese nombre, la cafetería desapareció como tantos otros negocios pero el cartel lo dejaron en su sitio, bueno, no está entero porque le han borrado la parte en la que decía que era una cafetería la que llevaba ese nombre. Lo cierto es que me llamó la atención el cartel que vi en la carretera, le saqué la foto que véis a continuación, y en cuanto llegué al hotel comprobé que lo que rezaba el cartel era cierto. Otra forma de enterarse de las curiosidades del camino... fijarse en los detalles curiosos que te ofrece y después comprobar que son ciertos ;)



Cuando estaba llegando a la frontera con New Mexico empezó uno de los espectáculos más impresionantes de esta zona del país: la puesta de sol. Logré hacer unas fotos justo cuando estaba llegando a Glenrio, considero que son bastante buenas pero desde luego nada tienen que ver con la grandiosidad que supone verlo en directo. Hoy, al igual que muchos otros días, realmente me ha encantado estar viajando hacia el oeste a esa hora del día. Cuando deje de vivir en New Mexico una de las cosas que más echaré de menos, sin lugar a dudas, será el poder ver estos atardeceres que nos regala la naturaleza en el desierto.


En Tucumcari paré a dormir en un motel que estaba enfrente de un restaurante chino: me apetecía comer comida china y el motel (Royal Inn) tenía una pinta normalita, internet y desayuno gratis y era baratillo ($30). Mi idea inicial era la de dormir en el Blue Swalow Motel (muy buena pinta) pero al final me eché para atrás porque parecía ser algo caro.


Mañana por la mañana saldré temprano del hotel para ver si logro llegar después de comer a Santa Fe. En mi camino de vuelta espero poder disfrutar del camino que hice de noche cuando comencé mi aventurilla el jueves.

Por cierto, el día de hoy fue otro día de temperaturas estupendas (alrededor de 80ºF, con deciros que he tenido que tener casi todo el día el aire acondicionado del coche puesto), así que he tenido que estar todo el día en camiseta... Para estar en Noviembre creo que he escogido el mejor fin de semana que he podido, en otra ocasión seguro que no tengo tanta suerte.

¡Ata mañá!


viernes, 6 de noviembre de 2009

Route 66 (2ª Etapa)



A las 7:30 de la mañana sonó el despertador, no voy al instituto pero me levanto a la misma hora ;) Me ducho, desayuno y voy a conocer el Santa Rosa.

Antes de salir le pregunto a la señora de recepción qué puedo ver en Santa Rosa y me habla del lago que hay en el pueblo, de una cosa a la que le llama Blue Hole, de la iglesia del pueblo, del Ayuntamiento y de poco más.



Me doy cuenta que en el Ayuntamiento ya estuve el día anterior y decido ir al resto de los sitios. Un pueblo de lo más tranquilo y del que destacará lo que la señora llamó Blue Hole, resulta que es una fosa natural que, sorprendentemente, tiene un color azulado en la superficie y en la cual se puede hacer submarinismo... los datos de la fosa están en la siguiente foto.


Decido irme de Santa Rosa con destino a Cuervo, agarro la Old Route 66 pero la señalización brilla por su ausencia y en el cruce en el que se supone debería estar indicado el cambio de dirección para ir hacia Cuervo, resulta que no hay nada... Indudablemente me lo paso y acabo viendo unas formaciones rocosas que están bastante chulas.



Cuando decido que debo de haberme pasado el cruce, doy la vuelta con la intención de ir de vuelta a Santa Rosa pero encuentro un cruce sin señalización que parece dirigirse hacia la zona en la que se suponía debería de estar Cuervo... efectivamente, el cruce daba directamente a Cuervo! Acababa de encontrar de nuevo la Old Route 66!



Después de eso aparecieron los pueblos fantasma de Cuervo y Newkirk, bueno, fantasmas totalmente no eran porque había un par de casas o tres que sí estaban habitadas.



El siguiente pueblo de la ruta fue Tucumcari, un pueblo de los de verdad, con coches por las calles, moteles, gasolineras, restaurantes, tiendas y un monumento a la Route 66. La verdad es que en este pueblo también pasé un buen rato viendo por fuera los museos que tenía, la Postal Office, la comisaría, la corte, las iglesias... un buen sitio para pasar un par de horas.


Después de Tucumcari tocaba visitar Glenrio, otro pueblo fantasma en el que no había nada más que 6 o 7 edificios abandonados, entre ellos, un par de casas, un par de gasolineras y la oficina de correos... parece increíble como puede desaparecer totalmente un pueblo al dejar de pasar por allí la Ruta 66. En este pueblo, como tenía pocas cosas que ver decidí avanzar por la antigua ruta 66 en dirección a Tucumcari, había llegado a este pueblo desde Tucamcari por la highway en vez de por la ruta 66... ¡y qué bien hice! Al poco de pasar el pueblo de Glenrio la carretera dejaba de estar asfaltada, ya el asfalto no era bueno, para convertirse en una pista de tierra... como me pareció un camino interesante decidí adentrarme durante una media hora a ver qué aparecía. Lo que apareció: vacas, un cementerio de coches, algún rancho a lo lejos... en cuanto decidí que ya había visto bastante me di la vuelta y volví a la highway, por cierto se llama Interstate I-40, para retomar la ruta.


Ni una milla más allá de Glenrio ya empezaba el siguiente estado: Texas (el cuarto estado que he pisado desde que estoy en USA, primero fue New York, después Georgia aunque sólo fuese estando en el aeropuerto durante ya no me acuerdo cuantas horas, New Mexico y finalmente Texas... mañana tendré que decidir si sigo mi ruta hasta llegar a Oklahoma o si me quedo por Texas).



Según entré en Texas por la I-40 me llamó la atención una cosa: el límite de velocidad había bajado de 75 mi/h a 70 mi/h y, además, durante la noche la velocidad se reducía de nuevo hasta las 65 mi/h. Eso y que en Texas es una hora menos... Pasé del Mountain Time al Central Time... Esta hora que he perdido prometo recuperarla el domingo cuando regrese :)


Al poco de entrar en Texas, “The Lonely Star State”, me encuentro con Adrian, un pueblo con pocas cosas que ver, un par de restaurantes curiosos, la oficina postal y poco más. El siguiente pueblo es Vega, realmente curioso, del estilo de Tucumcari, casitas bajas, una torre de no sé muy bien qué con el nombre del pueblo, el típico centro de un pueblo pequeño que muestran en las pelis y algo sorprendente para uno de los estados que más petróleo tiene en USA: un parque de aerogeneradores.


Los pueblos siguientes que me encontré no tenían nada más que casas y no hice otra cosa más que salir de la autovía para volver a tomarla.

A las 6:15pm llegué por fin a Amarillo: de momento no conozco nada más que la highway que lo atraviesa por el centro pero lo que he visto da la impresión de ser una ciudad grande. Bueno, de hecho ya me he comido mi primer atasco texano (y estadounidense) porque había habido un choque en cadena.

Lo único que hice al llegar a Amarillo, ya estaba anocheciendo, fue buscar el restaurante The Big Texan para cenar. Este restaurante es conocido en la Route 66 porque si eres capaz de comerte un filete de 72oz (2kg) te sale la comida gratis. Pedí la versión reducida de este plato (18oz) y me puse a comerlo con calma. Mientras estaba yo intentando acabarme el filete llegó un valiente que se atrevió con el reto. Lo subieron a un estrado en medio del restaurante y se puso a la tarea... finalmente no logró acabárselo. Bueno, por lo menos lo intentó, ¿no?


Después del restaurante me fui a buscar un motel... de esta vez bastante barato ($30) y con conexión a internet...

En cuanto acabe de subir esta entrada me iré para cama a decidir si me quedó viendo Amarillo y alrededores o si sigo por la Route 66 hasta Oklahoma...

Boas noites para min, boas madrugadas para vós.

jueves, 5 de noviembre de 2009

ROUTE 66 (1ª Etapa) AHORA SÍ



Esta semana decidí tomarme el viernes libre, para eso tengo diez días de libre disposición, y dedicarme el fin de semana a hacer algún plan interesante.

Tenía tres opciones: ir a Las Cruces-El Paso-México, ir a Las Vegas o hacer la Route 66 hacia Chicago. Al final me decidí por la tercera opción puesto que Las Vegas va a ser uno de los sitios a visitar en Thanksgiving (de hecho ya tenemos reservado hotel en Las Vegas Boulevard :P, cuando llegue Thanksgiving ya os diré cual es) e ir a México era una opción que de momento no me acaba de convencer, prefiero conocer un poco más los States antes de cambiar de país.

El jueves fue un día muy duro en el instituto: reunión a las 8:30am como todos los días, en mi hora de preparación tuve un montón de chavales que habían llegado tarde a sus clases y no los dejaban entrar y no hacían más que gritar en mi clase, salir corriendo a los pasillos y montar cuanto lío se les ocurría, las dos primeras que tengo me dieron la lata sobremanera, a la hora de la comida (25 minutos) al director se le dio por tener una reunión y no tuvimos tiempo ni para comer, las tres horas de después de la comida ya pasé de los alumnos porque el cabreo que tenía era considerable y después de clase tuvimos una reunión con un padre de un alumno que tenemos nuestras sospechas, bastante fundadas, acerca de que es el camello del instituto... Con semejante mierda de día lo único que deseaba es que se acabase la reunión para ir a casa, agarrar el coche y dejar Tierra Encantada Charter High School a cuantas más millas mejor.



A las 7:50pm, y con una temperatura de 54ºF, logré salir de la gasolinera con el deposito lleno con rumbo a Santa Rosa, sin paradas previas puesto que ya era noche cerrada, no se veía nada y los pueblos que parecían interesantes, Pecos y Las Vegas, quedaban fuera de la ruta directa a Santa Rosa así que conduje por la I-25 hasta la salida 339 y allí tomé la antigua Ruta 66 hasta la I-40 que me dejaría en el mismo Santa Rosa.

Después de 110 millas teniendo a una luna casi llena como compañera de viaje y tras pasar por paisajes que dejaban entrever que por el día debían de ser maravillosos, llegué a Santa Rosa, eran las 9:30pm (49ºF) y me dediqué a buscar un motel para dormir. No fue complicado, salí antes de llegar a la ciudad de Santa Rosa a una zona en la que había poco más que infinitos moteles.

Finalmente el motel me costó $70 “taxes” incluidas, desayuno continental y WIFI libre.

Di una pequeña vuelta por la zona, con la Troca claro está, y decidí acostarme algo temprano para poder madrugar al día siguiente.


Como el hotel tenía WIFI libre decidí subir esta primera entrada de mi viaje a través de la Ruta 66... Habrá más, esto es algo de lo que tengo que dejar constancia para poder recordarlo tantas veces como quiera a lo largo de mi vida...

Hoxe, despois de todo este día de emocións, seguro que quedo durmido en menos de nada...