miércoles, 10 de marzo de 2010

6.- Hot Springs (SD) - Nebraska - Cheyenne (WY) - Idaho Springs (CO)


La mañana siguiente amaneció con una capa blanca sobre el coche. Nada que no nos permitiese seguir adelante con el viaje, la capa no era muy grande y las carreteras por las que nos tocaba ir estaban bastante limpias.


El plan para ese día lo teníamos claro hasta Denver (CO), después de allí ya teníamos dudas de hacia donde seguir: atravesar las Rocky Mountains e ir a conocer Aspen (CO) o ir a conocer algo de Kansas y de Oklahoma. Al final se impuso la idea de atravesar las Rocky Mountains para conocer Aspen. Pero eso ya sería al final del día, de momento aún nos quedaba atravesar unos cuantos estados.

Después de desayunar en el motel del indio nos pusimos en marcha, nos tocaba ir un poco más despacio que de costumbre por culpa de la nieve pero eso nos permitía disfrutar con mayor tranquilidad del paisaje de las Black Hills, del Oglala National Grassland y del Nebraska National Forest.


Una vez que llegamos a Nebraska empezaron las planicies de verdad, y es que casi no se veía ninguna colina que rompiese el paisaje. Eso sí, estaba todo nevado y eso siempre hace que los paisajes se vean de otra forma.


De Nebraska sólo decir: pueblos pequeños, mucha llanura, mucho animalito, rectas interminables y un chingo de trenes de mercancías. Quizás linóleo me pueda dar alguna sugerencia de por donde puedo ver algunas otras cosas de Nebraska ;)


Tras pasar varios pueblos de Nebraska: Chadron, Alliance, Dalton y Sidney. Tomamos la I-80 que nos llevaría directamente a Cheyenne, la capital de Wyoming. Pero antes de salir de Nebraska paramos en un pueblo bien chico (alrededor de 250 habitantes) a repostar y nos coincidió que mientras repostábamos pasó un tren de mercancía a nuestro lado, como ya habíamos estado hablando acerca de cuántos vagones podía tener un tren de esos, no pusimos a contarlos... ¡150 vagones! Tela, colega.

A parte de eso, mientras repostábamos se puso a nevar como tantas veces a lo largo de ese día, pero lo sorprendente vino cuando miré a mi jersey al entrar en el coche: ¿sabéis la estrellita con la que se representa la nieve en los mapas del tiempo? Pues allí estaba encima de la manga de mi jersey... y es que la naturaleza nunca deja de enseñarte cosas... Curiosa cristalización la del agua.


Al poco tiempo llegamos a Cheyenne (WY) y decidimos salir a conocer un poco la ciudad, poco que ver, algo del Downtown pero del resto como el resto de ciudades de USA, eso sí, decidimos ir a comer a un Red Lobster un poco de langosta... de vez en cuando hay que darse un caprichito y ese era un buen momento (ya habíamos comido langosta en el Pier 1 de Santa Mónica y ahora repetíamos el mismo patrón en Cheyenne :P)


Antes de que se hiciese de noche nos pusimos en marcha hacia Colorado. Pasamos por Denver, una ciudad en la que ya había estado dos veces y en la que siempre me quedo con ganas de hacerle una foto al Downtown por la noche desde la I-25, tiene un Downtown bien bonito desde la distancia (de cerca también lo es) pero claro en una autopista no puedes parar el coche para sacar una foto con trípode así que hasta que no se nos estropee el coche en medio de la autopista tendré que seguir con las ganas de tomar esa foto :)



A la altura de Denver tomamos la I-70 dispuestos a atravesar parte de las Rocky Mountains hasta llegar a Glenwood Springs. Ya había anochecido y la nieve empezaba a aparecer de nuevo, ahora con más fuerza.


Y tanto que apareció con fuerza, no habíamos recorrido ni 30 millas desde Denver cuando un tremendo atasco debido a la nieve nos cerró el camino, ya empezaba a cerrarse demasiado la noche, estábamos cansados de conducir todo un día entero y las montañas, sus curvas y la nieve de la carretera nos animaron a parar en Idaho Spring para dormir, realmente era lo más prudente.

Por no decir que sabíamos que había habido un desprendimiento de rocas el día anterior antes de llegar a Glenwood Springs que había obligado a cortar la carretera y no sabíamos qué desvío nos iban a mandar tomar.



Con todo, llegamos al motel, disfrutamos del paisaje nevado que se veía desde la ventana, vimos la película de Australia que estaban poniendo en el HBO y decidimos reponer fuerzas para, al día siguiente, ir a esquiar a Aspen (CO)... O eso era lo que nosotros creíamos...

Resumen del día: 420 millas, unas ocho horas conduciendo, el placer de poder ver las llanuras de Nebraska nevadas, comprobar lo pequeños que pueden ser los pueblos por la zona centro de USA, sorprenderse con lo largos que son los trenes de mercancías en USA y disfrutar, de nuevo, de las Rocky Mountains nevadas... aunque esta vez fuese disfrutarlas desde un atasco.

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