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lunes, 17 de mayo de 2010

Miami & Everglades



Mi viaje a Miami llegaba a su fin, pero antes aún quedaba ir a visitar los Everglades en bicicleta. El lunes nos levantamos temprano y a las 10:30am ya estábamos en el Parque Nacional de los Everglades dispuestos a ver aligators, tortugas y todo lo que se nos pusiese por delante.

En el puesto de información nos dijeron que la ruta en bicicleta duraba unas dos horas, el tiempo justo para hacer la ruta y regresar a tiempo al MIA (Miami International Airport) para volver a Santa Fe.

Lo cierto es que el paseo en bicicleta es bien bonito: se ven aligators por todas partes, alguna que otra tortuga, muchísimos pájaros y un montón de vegetación... todo enmarcado en un suelo totalmente pantanoso y de lo más húmedo.


Justo al empezar el paseo nos encontramos con nuestro primer aligator, como no, nos sacamos una foto... un poco más adelante, tortuguitas y aligatorcitos juntos, por no hablar de las aves que parecían posar para la foto... ¡Qué maravilla! Y eso que acabábamos de empezar la ruta.


Al cabo de una hora llegamos a un mirador que marcaba la mitad de la ruta...



Ya de regreso nos encontramos con una gran sorpresa... había una tortuga a un lado de la carretera, nos paramos a sacarnos unas cuantas fotos. La tortuga, lejos de asustarse aún se venía hacia nosotros, parecía decir: “llevadme un poco más arriba que a mí me da hueva ir tan lejos” :D Lo cierto es que la tortuga era mogollón de simpática.


Cuando estábamos a punto de montar en el coche empezó a llover con fuerza, de la que nos hemos librado... Ya sólo nos quedaba llegar al aeropuerto y así lo hicimos. A las dos estaba en la puerta embarque esperando a que saliese mi vuelo para Dallas.


El vuelo de Miami salió con retraso y llegó con retraso a Dallas, aún así, tenía dos horas de espera de conexión y no me afectó para pillar el vuelo a Santa Fe...

Finalmente llegué a Santa con media hora de retraso... a las 9:00pm se acababa mi último viaje antes de las vacaciones.


Antes de irme para España me queda aún otro viaje más, pero eso ya formará parte de otra entrada :)

domingo, 16 de mayo de 2010

Miami & Cayo Largo

El domingo nos levantamos temprano. Había que aprovechar el día y estar a una hora prudente en Cayo Largo (el primer cayo al sur de la península de Florida). El viaje hasta allí fue bastante chulo porque pasas por la zona de los Everglades y eso es naturaleza pura y dura.


Lola había reservado un viaje en barco para ir a hacer esnorkel y ver los arrecifes de coral que hay unas cuantas millas mar adentro.

¡Qué gran acierto! Nos llevó un rato llegar hasta el arrecife, en el viaje en barco ya me di cuenta que el agua no iba a estar fría, y es que la temperatura que hacía, con el viento dándome en la cara, era bastante elevada y el tema de pasar frío era algo que tan sólo me quedaba en el recuerdo de los días pasados en Santa Fe.


Llegamos a los arrecifes y pararon el barco a unos cuantos metros de la barrera de arrecifes... sólo nos quedaba llegar haciendo esnorkel a los arrecifes. Buf, qué difíciles fueron los comienzos del snorkel: me entraba agua en las gafas de buceo, respiraba por la nariz, no mordía bien el tubo y respirar se hacía un poco complicado con todas estos problemas encima :D. A todo esto había que añadir un oleaje relativamente fuerte que hacía que, en cuanto dejabas de darle a las aletas, la marea te acercase al barco rápidamente.

Finalmente logré aprender lo básico para poder avanzar sin mayores problemas y finalmente llegué a los arrecife de coral...



Lo que vi allí no se puede casi ni describir: arrecifes vivos de colores que ni habría imaginado, pececillos de colores increíbles, una tortuga enorme, la sensación de tener los arrecifes a unas pocas pulgadas de mi barriga, peces que ni se inmutaban al verte... en fin, la tranquilidad del mar en todo su esplendor (incluido un tiburón que yo no llegué a ver pero que llegó a ver Lola).


Después de una hora dándole a las piernas para evitar volver al barco antes de tiempo y disfrutar del espectáculo de los arrecifes el mayor tiempo posible, nos llamaron del barco para que regresásemos: la aventura se había acabado, pero la hora que estuvimos allí fue de lo más satisfactoria.



Para el regreso a tierra habíamos llevado un par de cervezas, le preguntamos al capitán del barco si podíamos tomarlas allí y nos dijo que por supuesto :O ¿Cómo? ¿Qué podemos beber al aire libre sin que te persiga la policía por delincuente? Este estado es la leche :D

Llegamos al embarcadero a través de un canal... ¡coño vaya casas que había por allí!


Una observación: En Miami el idioma mayoritario es el español, eso sí, sales de Miami y ya parece que se han acabado los hispanos... qué contraste más curioso.

De vuelta a Miami paramos a comer en un restaurante de Cayo Largo, The Fish House (anotad el nombre por si váis). Un pescado fresco y un sabor estupendo. Prometo volver al mismo sitio si algún día regreso a Key Largo.



Ya en Miami nos fuimos a conocer a otros profesores visitantes, hay que hacer relaciones por todas partes que siempre viene bien tener contactos para poder viajar en compañía, y nos invitaron a cenar con ellos.

Estos PPVV viven en Lincoln Road, una de las calles con más movimiento de Miami Beach. Viven en un piso 14 y las vistas que se disfrutan desde allí arriba son, simplemente, increíbles. Cenamos en el balcón y después nos fuimos a dar una pequeña vuelta por Lincoln Road...


Jodeeeeeeer, domingo a las 11:30 de la noche y todo aquello lleno de gente, gente comiendo y bebiendo en las terrazas, las discotecas y los pubs con gente esperando para entrar al local... ¿en serio que esto es USA? Sin comentarios, como se nota que la ciudad es mayoritariamente hispana.

Nos volvimos para casa, al día siguiente tenía que marcharme en avión y aún nos faltaba un plan más por hacer.

sábado, 15 de mayo de 2010

Miami y sus Monumentos :)

El viernes me levanté temprano. No tenía que ir a dar clase porque me había pedido el día libre, a las 12:15pm salía mi vuelo de Santa Fe a Miami haciendo escala en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth. Ese era el plan inicial.



Mientras me estaba duchando para prepararme para ir al aeropuerto recibí una llamada de teléfono, me dejaron un buzón de voz. Me habían cancelado el vuelo, el motivo: fuertes tormentas en Dallas habían evitado que el avión que tenía que estar en Santa Fe no pudiese salir... Empezábamos mal el viaje, la opción que me dieron fue salir al día siguiente a las 8:15am, después de comprobar con la compañía que no había forma de llegar el propio viernes a Miami no me quedó otra que aceptar la realidad y que me tenía que quedar un día más en Santa Fe y perder un día en Miami. Menos mal que por lo menos tenía cosas que tenía que hacer y que ese día libre que me había llegado por sorpresa en Santa Fe podía ser aprovechado así que me puse a hacer la colada y a lavar el coche (aún estaba sucio desde la acampada con los alumnos).



El sábado me tocó madrugar de verdad: me levanté a las 6 de la mañana para poder estar “on-time” en el aeropuerto. Ese día el avión sí salió puntual. La aventura estaba a punto de comenzar...

El avión de Santa Fe salió puntual, eso es una de las cosas positivas de no compartir la pista del aeropuerto con nadie más... en Santa Fe hay cuatro vuelos, y entre vuelo y vuelo hay entre tres o cuatro horas, y llegó puntual a Dallas - Fort Worth. El avión de Dallas salió con algo de retraso y al final llegamos a Miami a las 4:30pm en vez de a las 4:00pm.


Cuando salí del aeropuerto me vino toda la humedad a la cara... qué sensación de agobio, y eso que estaba nublado y el sol no apretaba... El caso es que ya estaba Lola esperándome en la salida del aeropuerto y fuimos directamente a su casa a través de alguno de los infinitos puentes de la ciudad.

Nada más ver el downtown de Miami empezaron a venirme a la cabeza todas esas series que se ruedan en Miami (CSI Miami, Dexter, Miami Vice...) y que hicieron que tuviese la sensación de que ese sitio ya lo conocía...


Parada rápida en el apartamento de Lola, que vive en Downtown al lado del puerto, y ya comenzamos nuestra visita. La primera sorpresa me la llevé cuando, al ir paseando por el puerto, vi un árbol con las raíces por fuera (un manglar) y acto seguido me pusieron un aligator pequeño en las manos... ¡wow!


La primera sorpresa me la tenía preparada Lola en forma de viaje en barco... Como auténticos turistas nos montamos en un barco que nos llevó de visita a ver todas las mansiones de Star Island (qué pedazo de mansiones, por cierto, había algún solar libre para construir, ¿alguien se anima a comprar?) donde vivía, o había vivido, gente como Celia Cruz, Tito Puentes, Tyra Banks, el de cocodrilo Dundee, el que inventó la viagra, Alejandro Sanz, Antonio Banderas... y lo más sorprendente de todo: vimos como los delfines venían a nadar al lado del barco... en medio de una ciudad tan grande y con tanto ruido como Miami, los delfines andan por el medio de la intracosta como si tal cosa.


Una vez que llegamos a casa, ya se había empezado a hacer de noche, me di cuenta de una cosa: el idioma más utilizado es el español... de vez en cuando aparecía alguien hablando inglés, pero la mayoría del tiempo escuchas hablar escuchar español... y yo que creía que en Santa Fe se hablaba un chingo de español... :)



Cenamos en casa de Lola, como Lola es española y yo también, ¿adivináis que cenamos? Efectivamente, tortilla de patata y es cuando estás en el extranjero parece como que es obligatorio hacer una tortilla el primer día que un español te viene a casa... Por cierto, la tortilla estaba buenísima.

La noche había acabado de empezar... y vaya con lo sorprendente del resto de la noche. Nos fuimos a Miami Beach a ver los edificios art decó iluminados que tan típicos son de Miami, fuimos andando hasta South Beach, entramos en el hotel Belano y estuvimos viendo los “monumentos” que hay en el Mangos (una discoteca bastante conocida dentro de lo ya conocido que es Miami).


Entramos en el hotel Belano... ¡qué lujos! Había visto cosas de esas en las películas pero en mi vida había estado en hotel así: piscina iluminada con sillas dentro del agua y camas todo alrededor de la piscina, bungalows privados con unas cortinas exteriores que quitaban el hipo, sillones para tomar copas que en mi vida podré aspirar a comprarlos para mi casa y todo esto aderezado con gente con cuerpos impresionantes por todos lados (camareros, camareras, clientes, clientas...)



Por Miami Beach estuvimos paseando y comprobando cómo había gente que a las once y pico de la noche seguían saliendo del mar sin tener cara de frío ni nada de eso... y es que la temperatura y la humedad hacían que la noche fuese de lo más caliente que recuerdo en mucho tiempo (en Santa Fe las temperaturas nocturnas suelen estar cercanas a los cinco o seis grados centígrados).



Andando por Miami Beach llegamos a South Beach, no sin antes pasar algunos maniquíes con unas tetas de impresión... y es que claro, si todas las mujeres tienen unos pechos enormes gracias a la silicona, la moda, indudablemente, tiene que estar orientada hacia ese sector... Joder, si es que hasta los maniquíes están buenos jajaja


En South Beach nos fuimos al Mangos (un nombre que se me quedará grabado en la memoria durante muchos años): $10 dólares sólo por entrar, pero qué dinero más bien gastado... Nada más entrar ya empiezas a ver todo el material que hay por allí y es que 9 de cada diez personas están de un bueno que se rompen... y ya no hablemos de las camareras y los camareros que están continuamente en la barra bailando y enseñando sus cuerpos a medio vestir... Ahí sí que era una enfermedad mirar para cualquier lado... tías buenas por un lado, tíos buenos por el otro y de vez en cuando se cruzaba alguna (o alguno) que te hacía perder el hilo de la conversación que estabas intentando mantener... ¡WOW! En mi vida había perdido el hilo tantas veces jajaja



Y lo más sorprendente de todo: nos dio la 1:30 de la noche y... NADIE DIJO “LAST CALL”!!!!

El día se había acabado, sólo quedaba ir a dormir para al día siguiente levantarse temprano a seguir disfrutando de la visita a Miami.

miércoles, 29 de abril de 2009

La Entrevista


A las 13:15h del 23 de abril, me toca entrar en la suite para hacer la entrevista... el devenir de los acontecimientos fue el siguiente:
Presentaciones: Me vienen las entrevistadoras a recibir a la puerta de la suite... me dicen sus nombres, confirman mi nombre (Are you Alejandro? No, my name is Rodrigo. Ah, Rodrigo, sorry. Can I take you a photo? (...)) y empiezan a decir alguna cosilla para ir relajando el ambiente...
Preguntas que me hicieron: No recuerdo el orden de todas ellas pero, en general, creo que os estoy poniendo todo lo que me preguntaron:
¿Cual ha sido tu experiencia profesional?
¿Que harías si un alumno no atiende a lo que estás explicando?
¿Que harías si la directiva te prohibe realizar alguna actividad de las que tienes programadas?
¿Te importaria dar clase de Matematicas en inglés?
¿Cuántos alumnos estas acostumbrado a tener por clase?
¿Cada cuanto tiempo te pones en contacto con los padres?
¿Cómo te pones en contacto con los padres?
Pon un caso que te haya pasado de algún alumno que no te atendiese en clase y como solucionaste en ese caso concreto el problema
¿Tienes alguna pregunta que hacernos? (ahí fue donde aproveché para preguntar cosas que hiciesen salir todas aquello que quería contar sobre mí para venderme lo mejor que pude)

Si quieres ver otras preguntas de otro estados pincha aquí.

Fin de la entrevista: Se despiden, me despido, y me bajo a la sala común a esperar los resultados...

No tuve que esperar mucho porque era el último de todos los entrevistados, así que en cuestión de 15 o 20 minutos viene el asesor con las hojas de las decisiones...
“Vaya, mucho reserva veo por aquí” dice el asesor.
Lee la lista, y de los 10 que nos habíamos presentados, dejan a cuatro reservas (uno de ellos era yo) y todos los demás quedaron como no seleccionados (lo siento chicos...)

¿Qué ha pasado con Adela y con Álvaro?
Adela hizo el examen escrito y lo pasó, pero a la hora de realizar el oral le dijeron que estaban buscando a gente con más nivel de inglés, así que ahí se quedó su aventura (podría haber optado por hacer la entrevista para otro estado pero al final no se animó).

Álvaro (con el cual estuve también hablando durante la espera de la entrevista), entró antes que yo con los entrevistadores (estuvo compartiendo con todos las preguntas que le hicieron) y cuando salí de la entrevista me dijo: “Que me han dejado en lista de reserva...”

Pues ya véis, al final, de los tres que fuimos... nos dejaron en lista de espera a dos.
Ahora falta saber qué va a ocurrir con Amparo el día 28. Para nosotros, comienza la espera y el tener que estar pendientes del teléfono las 24 horas del día... tic, tac, tic, tac...

PD: El día 28, Amparo fue a la entrevista y la seleccionaron directamente para dar clase en Miami Dade (Florida), ahora le toca realizar todos los trámites para poder irse a EEUU (que eso también tiene tela...)