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miércoles, 21 de julio de 2010

Madrid - Seattle - Centralia (Días 1 y 2)


Después de haber hecho noche en Madrid para al día siguiente estar puntuales en el aeropuerto al día siguiente, ocurrió lo que era de esperar que podía ocurrir en Barajas... un retraso de dos horas.



Indudablemente el retraso de “sólo” dos horas tuvo su repercusión en Washington DC, primera escala en nuestro camino a Seattle, y al llegar a la capital de USA aún teníamos así como 30 hora para llegar al avión... Eso sí, siempre hay que contar con la cola que se monta en la aduana y cuando conseguimos que nos dejasen entrar, resultó que nuestro avión con destino a Seattle ya había partido.


Bien pensado, casi fue mejor así, eran las 6 de la tarde, estábamos cansados de un vuelo transoceánico, nos faltaban otras 5 horas de avión para cruzar USA y aún teníamos que buscar un motel en Seattle. Al final la cosa salió bien, nos pagaron una noche de hotel, la cena y al día siguiente, a las once de la mañana, pudimos ver por primera vez en nuestra vida la ciudad de Seattle.


Bajamos del avión, me tomé mis cinco minutos de rigor antes de emprender una aventura por una gran ciudad y nos fuimos a buscar el coche que ya habíamos alquilado: un Hyundai Elantra que no era gran cosa, pero por lo menos estaba limpio, tenía radio por satélite, tenía control de velocidad y era suficientemente amplio como para poder ir cómodos... cuando uno hace un viaje tan largo no puede arriesgarse a meterse en un coche de los que llaman Economic o en un Compact, no vaya a ser que acabes loco del coche y de la carretera no? :)



Entramos en Seattle con un mapa que agarramos en la casa de alquiler y nos dirigimos a la parte que nos pareció más llamativa. ¿Que cuál era? Indudablemente donde está el Space Needle (el pirulí espacial como lo conocía yo antes de llegar allí). Además, llegar allí es bien sencillo, vas siguiendo el pirulí y tomando las calles que te vayan acercando... “very easy”


Aparcamos cerca del Space Needle y nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores y subimos para poder contemplar lo grandioso de una ciudad como Seattle.


Una palabra para definir Seattle visto desde las alturas: ¡precioso! No hay palabras para describir lo bonito de un día despejado (por lo que tengo entendido de Seattle siempre está lloviendo y con niebla) que te permite disfrutar de la vista de la bahía, de los rascacielos del Downtown y de tooooooda la impresionante naturaleza que rodea a esta enorme ciudad. Lo cierto que tanto a mis padres como a mí nos impresionó lo verde que estaba todo, y eso que somos de Galicia y allí también nos sobra el verde, pero lo realmente impresionante en cuanto a naturaleza aún estaba por llegar...


Después de subir al Space Needle y dar una vuelta por una fuente cercana que echaba chorros de agua y mojaba a todos los chavales que estaban refrescándose por allí, decidimos ir a dar una vuelta por los muelles de la ciudad y es que mirar el agua siempre es relajante...


Paseo entre los edificios del Downtown, por la universidad de Seattle, por el barrio chino (donde aprovechamos para comprar un adaptador de corriente y comprar algo de comida fruta para la noche) y decidimos salirnos de la ciudad y poner dirección hacia Olympia. Nos quedamos con ganas de ver más cosas de Seattle y poder callejear un poco por algunos rinconcitos que podrían estar bien (¿dónde está la famosa calle de los chicles?) pero en tan solo 6 horas no da tiempo a demasiado y no nos podíamos entretener demasiado en los sitios porque el viaje tenía los días y las horas bastante definidas para poder llegar a tiempo para entregar el coche en Santa Fe.


Eso sí, antes de salir vi que había unos enormes puentes que atravesaban Seattle hacia Mercer Island y como las grandes estructuras siempre me han llamado la atención decidimos cruzar y darnos un rodeo antes de regresar a la I-5 que nos llevaría hasta la capital de Washington State. Lo cierto es que el desvío mereció la pena por poder admirar lo verde que estaba todo y como había árboles por todas partes y, vuelvo a repetir, aún no habíamos visto nada en comparación con lo que nos aguardaba en los siguientes días. Ah, por cierto, también llegamos a ver el impresionante monte Rainier desde el coche el cual, sorprendentemente, seguía nevado a pesar de estar a finales de julio :O


Después del atasacazo que nos comimos en los dichosos puentecitos y tras una hora y media de viaje llegamos a la capital de Washington State: Olympia. Nuestro único objetivo era llegar a ver el Capitolio y dar una vuelta por el Downtown. Así lo hicimos y ya nos pusimos en dirección a Centralia para buscar un lugar donde dormir y reponer fuerzas para el día siguiente.


El motel en el que acabamos no era demasiado bueno, pero por lo menos nos daban el desayuno por la mañana y no era demasiado caro. El primer día de viaje había llegado a su fin, ya teníamos ganas de descansar y reponer fuerzas para el viaje del segundo: Portland y Salem (ya en el estado de Oregon)


Por cierto, pido disculpas anticipadas a Mariano por no haberte avisado de que me iba a pasar por tu ciudad, pero es que la visita era tan fugaz que hasta me daba vergüenza avisarte para tan poca cosa. Eso sí, creo que volveré por Seattle algún día y prometo llamarte para quedar a tomar algo ;)

viernes, 1 de enero de 2010

2nd Time in New York II


El día de Fin de Año amaneció nevando y con un frío de la leche. Parecía que si queríamos ir a Times Square íbamos a tener que pasar frío... y así fue.


Fuimos a devolver el GPS a las diez de la mañana, nos dedicamos a pasear por la zona del barrio de Flatiron District, fuimos a ver Times Square de día y estuvimos en la Saint Patrick’s Cathedral. Después de este paseo decidimos ir a dormir un poco al hotel antes de ponernos a esperar en Times Square a que llegase el Año Nuevo.



Llegamos a las 4:30pm y estuvimos esperando durante 7 horas y media bajo la lluvia, la nieve y el frío en un cuadrado habilitado por la policía y del cual no nos podíamos salir. Fue duro estar tanto tiempo allí de pie aguantando la meteorología que quería fastidiarnos un poco pero lo cierto es que estábamos bastante bien situados y una espera de 8 horas no nos iba a hacer abandonar en nuestra idea de pasar el Fin de Año en una de las plazas más famosas del mundo :)

Nos dio tiempo a celebrar el Año Nuevo en España, en Portugal y, por supuesto, en la Costa Este de los Estados Unidos. Para amenizar la noche teníamos a Jeniffer López (el culo más caro del cine y la canción) actuando bajo la lluvia, no llegamos a ver el escenario, pero como Times Square está lleno de pantallas pudimos verla a través de la televisión (¿cuánto le habrán pagado por estar en Times Square en Fin de Año? Seguro que poco no)


En cuanto bajó la bola estalló la alegría colectiva de toda la gente que había estado pasando, al igual que nosotros, las horas y aguantando la lluvia, la nieve y el frío polar. Para celebrar el Año Nuevo tiraron confetis de todos los edificios (imagen muy americana por cierto) y nos pusieron por megafonía el “Imagine” de John Lennon y, como no, el “New York, New York” de Frank Sinatra (“The City that never sleeps”)...



Por fin podemos decir, Álvaro y yo, que hemos vivido un Fin de Año en Times Square... acabamos reventados, pero mereció la pena.


No tardamos ni 45 minutos en llegar andando al hotel, apagamos la luz y nos echamos a dormir como unos angelitos :)


Al día siguiente decidimos alargar un poco más la mañana y salir a eso de las 11:30am, nos quedaba todo un día de visita por Manhattan y una visita pendiente a Salvatore para contarle nuestra aventura por Washington y por Times Square.


Estuvimos dando vueltas por el SOHO, por el NOHO, por el barrio de TriBeCa, por la Zona Cero, por Wall Street, por el embarcadero del Ferry a Liberty Island, por Chinatown, por Little Italy, por el barrio de Chelsea y por la orilla del Hudson.



Al acabar volvimos a quedar con Salvatore: nos tomamos unas cervezas con él y charlamos de lo que habíamos hecho en estos días en los que no nos habíamos visto, nos enseñó el parque de Washington Square y su arco y nos recomendó un japonés para cenar... un japonés sublime, por cierto.


Se había acabado el primer día del año 2010... al día siguiente me esperaba el avión de vuelta a Denver y una mañana de relax por NYC

Al día siguiente quedamos con Inés y con Mercedes para despedirnos, estuvimos viendo el puente de Manhattan, nos fuimos a comer a un italiano que estaba cerca de la 5th Avenue, recogimos mis cosas del hotel y a las 5:00pm ya me estaba despidiendo de Álvaro antes de entrar en la zona de embarque.


Ahora le toca disfrutar en solitario a Álvaro de NYC estos dos días que le quedan y a mí me queda esperar a que venga Rosario a buscarme al aeropuerto de Denver y salir mañana hacia Santa Fe para poder dormir tranquilito en mi cama y volver a la vida rutinaria del trabajador... Lo cierto es que estar 16 días fuera de casa haciendo turismo es bastante agotador... aunque muy gratificante.


El viaje de avión fue muy tranquilo, tenía miedo de posibles retrasos por los fuertes vientos que decían que soplaban en la ciudad de NYC y por el frío polar que estuvo pegando fuerte durante todo el sábado pero al final sólo tuvimos un retraso de 40 minutos dentro del avión antes de que despegase probablemente debido al aire o algo así...


Finalmente llegué a Denver 20 minutos antes de la hora prevista, me vino a recoger Rosario para ir al hotel y al día siguiente salimos temprano de Denver para poder llegar a Santa Fe y organizar todo para empezar a trabajar al día siguiente...

Fin de las vacaciones más largas desde que he llegado a este país.


domingo, 26 de julio de 2009

Seguimos Investigando...

Hoy toca levantarse un poco temprano... tengo que ir a comprar la cámara y ponerla a cargar antes de salir a dar una vuelta. Ya sé en qué tienda tengo que comprar la cámara así que espero que eso no me lleve mucho tiempo, otra cosa será cargarla.


Efectivamente, la pongo a cargar y como le va a llevar un buen rato decido ir a callejear por mi barrio koreano y ver si encuentro algún sitio para comer en los alrededores. Encuentro un japonés de buffet libre y decido que ahí será donde coma el día de hoy.

A la una de la tarde me acerco por el sitio ese y me pongo a comer, muy buena comida por cierto: sushi, sashimi, tempura, pescado, sopas, ensaladas... de todos los tipos y con todas las formas y colores. Le pago a la camarera y me vuelvo al hotel donde ya me espera la batería cargada... Ahora toca hacer fotos como si no costasen... por fin voy a poder hacer fotos de calidad en New York...

New York y sus paisajes urbanos me esperan... ¡ALLÁ VOY!

Son las tres de la tarde y comienzo a bajar por la 5th Av, me encuentro el Madison Square Park y decido entrar. Nada más entrar encuentro una ardilla jugando con una bellota... buen comienzo, le saco unas cuantas fotos (la verdad es que era muy simpática) e incluso le hago un vídeo... para mí, esto es una cosa sorprendente pues las únicas ardillas que había visto estaban en los árboles de los montes de mi Galicia natal y no se dejaban ver tan fácilmente como esta (bueno, en plural, porque resulta que hay un montón de ardillas en los parques de NYC), en este parque también me quedo sorprendido porque resulta que los perros tienen que estar en un recinto propio para los perros, flipadlo!, es un recinto con dos puertas y no puedes abrir una de las puertas hasta que hayas cerrado la anterior... más seguridad que en Guantánamo XD. A parte de todo esto encuentro a un montón de gente tumbada en el césped del parque, cosa que al parecer es de lo más común por estas tierras (al final yo también me decidí por tumbarme en la hierba en otro parque... se está bien ;))


Sigo bajando hacia el Downtown... me encuentro de frente con el Flatiron, unas cuantas fotos y sigo bajando por Broadway Avenue...



Me encuentro con la New York University, me acerco al Washington Park y sigo por el Noho donde hay un mercadillo en el que venden todo tipo de mercancías... Salgo del Noho por Houston Street y al otro lado me encuentro el Soho, lo que hemos visto en infinitas películas y series... pues tal cual, escaleras de hierro en la mayoría de las fachadas, entradas a las casas con cuatro o cinco peldaños... En el Soho (por cierto, hoy me enteré por internet que Soho y Noho tienen esos nombres porque un barrio está al Norte de la calle Houston y el otro barrio está al Sur (South) de la misma calle, curioso, ¿no?) hay una Apple Store y como tengo que comprar unos auriculares para el iPhone pues me decido a entrar y a ver a cómo se cotiza el nuevo iPhone 3G S... me doy una vuelta por la tienda, muy bien montada como todas las Apple Stores y me siento en unos sofás en los que hay un tío explicando las bondades del iPhoto... no tengo palabras... no tenía ni idea que un programa de fotografía no profesional fuese capaz de hacer esas maravillas con un par de clicks...



Del Soho a Chinatown... el paraíso de las falsificaciones, como en las pelis, de verdad, chinos en cada esquina con fotos de bolsos preparados por si quieres comprarte uno llevarte al almacén clandestino que tienen a saber tú en qué lugar... si es que hasta me quedé con las ganas de comprarme un bolso de “Luis Bouitón”. Por cierto, ni que decir tiene que en Chinatown había más chinos por metro cuadrado que todos los que pude contar en mi vida en Galicia ;)
Salgo de Chinatown y me voy hacia el City Hall, paso por delante de los juzgados (o eso creo yo, porque en la puerta del pedazo edificio ponía no sé qué de Criminals) y acabo en una plaza en la que hay unos chavalotes con unas bicis de esas con las que se puede hacer el cabra... me siento en la fuente que había por allí al lado y decido observarlos un rato... la verdad es que no lo hacen nada mal... eso sí, lo único que les entiendo es cuando dicen “fucking” (así como 5 veces cada 4 palabras), del resto no me entero de nada porque hablan demasiado rápido :)


Ya estoy demasiado cansado así que decido coger el metro que está unos 200 metros más adelante... llego a la placita de antes del metro, me siento para saborear mi estancia en ese lugar antes de volver al hotel y... vaya, el puente Brooklyn a 1000 metros... saco fuerzas de no sé muy bien dónde y decido cruzar el puente de Brooklyn hasta Brooklyn... desde luego merece la pena este último esfuerzo, grandes vistas del Downtown de Manhattan, vistas de la Governors Island, de la Statue of Liberty (la primera vez que atisbo su perfil), del río Hudson, de la zona financiera de Manhattan, del Manhattan Bridge y de todos los embarcaderos y astilleros del Downtown neoyorquino.

Compro un perrito caliente en la entrada del puente y regreso parada de metro que había visto antes... me bajo en la Estación de la calle 33, me pierdo un poco, encuentro un pub irlandés y decido, antes de irme al hotel, que no me vendría nada mal tomarme una pinta de Guiness, y si se tercia, incluso dos ;). Indudablemente, al igual que en las pelis, el local lo regenta un irlandés de los de verdad (lo sé porque se lo pregunté, bueno, eso y otras cosas porque después de estar todo el día sin hablar con casi nadie pues me apetecía charlar un poco) y no sólo digo lo de verdad porque era de allí sino porque tenía realmente aspecto de irlandés y hablaba a gritos... la verdad es que me hizo mucha ilusión poder comprobar que algunos de los tópicos que había escuchado son ciertos ;)


Cuando entré en el irlandés estaba sonando música celta, cosa que he de decir que me hizo sentir muy alegre y a la vez sentir un poco de morriña da Miña Terra... además, curiosidades que deja de vez en cuando la vida, el camarero sabía donde estaba A Coruña...
Ahora toca un pequeño homenaje a mi lengua natal: “Día 25 (aquí aínda o é) e hai alguén nos States que sabe, non só onde está Galicia, senón que tamén sabe onde se atopa A Coruña... FELIZ DÍA DE SANTIAGO!

Volvo ó hotel e decido poñerme a escribir este artigo antes de que remate o día de hoxe e con el se leve o día de Santiago ata o próximo ano...

¿Que tal estaría a queima da fachada mudéxar na Catedral de Santiago? Seguro que ben, ademáis, como tódolos anos sonaría o himno galego polo cal xa tiña tódalas papeletas para ser un día grandioso...

Xusto cando acabo este artigo, cousas do destino, acaba de comezar a soar no iPhone (xuro que eu non o puxen) a canción que eu lle teño asignado a esta terra de alén dos mares... “Sam’s Town” dos Killers

Mañá máis”