viernes, 4 de diciembre de 2009
Suma y Sigue
Ya llevábamos una temporada en la que no había problemas serios con los alumnos... hasta el viernes.
En el segundo período me vinieron los chicos como de costumbre, pero había uno que estaba especialmente preocupado, le pregunté el por qué y por supuesto me lo contó (si hay algo bueno en estos chicos es que te cuentan todo lo que les preocupa sin ocultarte nada): Le había dejado las llaves a unas compañeras del instituto para ir a buscar algo a la guantera y en cuanto se despistó las chavalas arrancaron con el coche y se fueron pitando.
La preocupación del chaval era más que justificada como se vio poco después cuando recibió una llamada para decirle que las chicas se habían estrellado con el coche contra otro coche que estaba aparcado. Pero la historia no acaba ahí, ¡qué va!, las chicas iban totalmente drogadas y cuando chocaron dejaron el coche y se fueron corriendo a... ¿dónde? pues nadie lo sabe, lo que sí es cierto es que tres horas después aparecieron en el Albertson’s (un supermercado de comida)...
El arreglo del coche: $4000 porque tocaron el motor y a parte el arreglo del otro coche...
El padre de la chiquilla le dijo al chaval que estaba en mi clase que no se preocupase que él se encargaría de arreglarle el coche y el del otro también. Una broma que seguramente no le sale nada barata... ¿volverán las chicas al instituto? ¿se quedarán castigadas de por vida? De momento es algo a lo que no tengo respuesta... Por cierto, las dos chicas son de las que ya teníamos sospechas que andaban “jugando” con drogas en horas lectivas.
Pero ahí no acaba la cosa... el resto del día siguió siendo movido de cojones: resulta que el padre de otra alumna que tenía cáncer se murió y eso provocó un éxodo de alumnos que querían ir estar con la chica... bueno, o eso o que vieron oportunidad de irse del instituto. Entre el accidente y la cantidad de chavales que se fueron a sacarle fotos al coche, los chavales que se fueron a acompañar a su compañera, el tercer período estuvo muy poco poblado.
Después del “lunch” empezaron a volver los chicos que habían ido a cotillear lo del accidente. En mi clase de cuarto período entró un chaval que venía blanco, le fui a preguntar y me contó lo que había pasado: Resulta que había ido al instituto a primera hora pero cuando llegó se encontró mal y decidió no entrar a las clases e irse para su casa. Así lo hizo, y de camino se cruzó con las chavalas del coche, le pararon y le dijeron que lo llevaban a casa. Decidió que era buena idea y se montó con ellas, según contó las chicas ya iban totalmente puestas y no sabían ni por donde iban y resulta que lo dejaron más lejos de casa de lo que estaba antes. Ah sí, el chaval decidió regresar al instituto porque en su casa no había nadie y "se aburría".
La preocupación del chaval radicaba en que había estado en el coche y alguien podía relacionarlo con el accidente, lo cual para él es algo más complicado porque ya es mayor de edad.
¿Pensabais que todo había acabado? Ja, ja. No hay dos sin tres.
Pues resulta que en el quinto período nos iban a llevar a cada una de las clases por separado para hablar con el director. A la media hora de hacer el anuncio volvió Michael a decirnos que la reunión se tendría en cada clase y que la charla la iba a dar él en vez de Ron.
¿Por qué no viene Ron? ¿Tendrá algo que ver todos los coches de policía que acaban de aparecer en el instituto? Dimos por hecho, los alumnos y los profesores, que Ron no podía venir porque tenía que atender a los policías que con toda seguridad vendrían a pedir algún dato de las chicas que habían estrellado el coche... ¡Pues no!
Resulta que se había abierto otro frente a lo largo del día porque habían pillado a cuatro alumnos en “extrañas circunstancias”, avisaron a la policía y allí se presentaron con la idea de requisar drogas... ¡Bingo! Los cuatro alumnos tenían drogas. ¿Qué va a pasar con ellos? Hablan de expulsar a dos de ellos, pero en este instituto el incumplir promesas está a la orden día y probablemente cuando se ponga a llorar algún niño se quede dando por culo en el instituto. Por cierto, algún día, si me encuentro con ganas, contaré todas las promesas incumplidas del instituto y de cómo una gran mayoría de las cosas se van quedando en saco roto.
Se me olvidaba, ¿para qué nos reunieron a todos? Para decirle a los alumnos que a partir de ahora las ausencias a clase se iban a contar como delitos en TECHS y que como los chavales son menores de edad pues serían los padres los que serían reportados a la policía... ¿Supondrá esto que todos los chavales van a venir a clase? Habrá que esperar unos cuantos días a ver qué ocurre.
Como véis, historias para no dormir. Esto sí que es un “Black Friday” y no el que hay después del día de Thanksgiving.
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