Ya estaban los papeles echados, ya sólo nos faltaba esperar a que nos admitiesen pero... la entrevista que tenemos que hacer es en inglés y lo cierto es que lo teníamos un poco oxidado.
He de decir que, en el tema del inglés, el que peor iba era yo, porque mi nivel de inglés se quedó en COU y lo poco que había podido sacar de un par de meses de clases de inglés que la empresa de consultoría en la que trabajaba (Coritel) me había ofrecido (tanto Adela como Álvaro estaban estudiando en la Escuela Oficial de Idiomas y ambos ya estaban en primero de avanzado, con lo cual, el nivel ya no era el mismo que el mío).
Decisión final: pedirle a las profesoras de inglés del instituto si podían quedar los martes por la noche (una hora u hora y media) para tomar unas cañas (en el bar Mónico) y de paso hablar únicamente en inglés.
Tuvimos suerte, y una de las profesoras (María, a la que le estaremos agradecidos eternamente) accedió a venir a hablar con nosotros en inglés y de paso ayudarnos con todas las dudas idiomáticas que nos surgiesen... GRACIAS MARÍA.
La convocatoria “Cañas en Inglés” tuvo bastante éxito y acabaron apuntándose unos 7 u 8 profesores más, cierto es que muchos venían a escuchar sólamente y otros mantenían conversaciones en inglés (no creo que les importe que los cite en el blog así que ahí van: Ángel (de Tecnología), Cristina (de Matemáticas), Isabel (de Tecnología), Jose Manuel (de Matemáticas), Remigio (de Educación Física), Rubén (el PT del centro)...)
¿Que de qué hablábamos? Pues de cualquier cosa, de fútbol, de las clases en el instituto, de experiencias que habíamos tenido... El primer día María nos trajo unas preguntitas de esas que se llevan a los alumnos para que se suelten a hablar en inglés, pero ya el segundo día y viendo que a la segunda caña ya empezábamos a hablar por los codos, decidió que los temas ya saldrían por sí solos... y así fue, empezábamos hablando de cualquier cosa y poco a poco íbamos hilando temas hasta que nos quedábamos solos en el bar y decidíamos irnos para casa.
Esta fue una de esas experiencias que te hace decir: “Me cogerán o no para ir a EEUU, pero por lo menos nos lo hemos pasado bien con esto de hablar en inglés un día a la semana”
Y el tiempo fue pasando hasta...
Por cierto, si alguna vez, en vuestro continuo vagar por el mundo, pasáis por Corral de Almaguer (Toledo), no dejéis de visitar el bar Mónico; decid que os lo recomendó Rodrigo (el profesor de Matemáticas), y veréis lo bien que seréis tratados... si es que los dueños son de lo mejorcito que os podéis encontrar.
PD: Ya salieron las listas y ya estamos admitidos los cuatro (Adela, Amparo, Álvaro y yo)
jueves, 15 de enero de 2009
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