viernes, 30 de julio de 2010

Flagstaff - Petrified Forest - Santa Fe (Día 11)

De Flagstaff al Petrified Forest hay unas 120 millas, en el camino está el Meteor Crater, un lugar que tenía en mente ir a visitar pero como es un lugar privado y el precio de entrada para tres personas se hace un poco caro de más, decidimos seguir adelante hasta el pueblo de Holbrook, entrada al Petrified Forest cuando se viene haciendo la I-40 de oeste a este.



Llegamos justo a la hora del tentempié de la mañana así que antes de entrar en el parque, que aún queda a media hora de Holbrook, decidimos ir a tomar algo a un Dairy Queen que había en el pueblo (mi pasión por los “shakes” de choocolate aún no se ha terminado :P).


Entramos al Petrified Forest hacia las doce de la mañana y empezamos a quedarnos impresionados con el contraste entre el paisaje plano, sin montañas, sin arbustos, sin árboles y con un montón de trozos de madera petrificados justo al lado del Visitor Center. Desde luego que es un sitio curioso para ver, troncos enormes convertidos en piedra, trozos de madera pequeña petrificada, colores sorprendentes... Otro sitio del que no se puede hacer otra cosa más que enseñar las fotos que sacamos.



A parte de la madera petrificada también se pueden ver en algunas partes del parque petroglifos grabados por los indios del lugar. Una combinación curiosa que te hace preguntarte por qué los indios vivían en un lugar tan inhóspito de Arizona. El parque se convierte en un sitio para disfrutar básicamente de las piedras, de las formaciones rocosas, de los petroglifos y de la reconstrucción de algún poblado indio.

Después de tres horas y media de visita decidimos poner rumbo hacia el que creíamos sería nuestro siguiente destino: Gallup.



Gallup pretendía ser el destino de nuestra última noche de moteles, pero una vez en Gallup (sobre las seis de la tarde) y viendo que tan solo quedaban cuatro horas más para llegar a Santa Fe decidimos apurar un poco la tarde-noche y llegar a dormir a la ciudad que me acoge como profesor.

Por cierto, llegar a la frontera de New Mexico y empezar a diluviar fue una misma cosa. Se puso a descargar tanta agua en tan poco tiempo que nos vimos obligados a parar el coche y esperar a que parase un poco la tormenta.



Sobre las 11 de la noche llegamos a Santa Fe con una tormenta eléctrica impresionante... casi se podían apagar las luces del coche porque con tanto relámpago se veía más que suficiente.

Fogar, dóce fogar. Xa estabamos en casa e xa podiamos descansar e ordenar na cabeza tódalas cousas que chegamos a ver ó longo destes 11 días facendo unha liña dende o Noroeste ata o centro sur dos Estados Unidos.



Un viaje para repetir una y otra vez, una ruta que merece mucho la pena y en la que vimos muchas cosas, la pena, eso sí, es que nos quedaron otras tantas sin disfrutar. Pero bueno, el siguiente gran viaje ya tendrá que ser por alguna ruta diferente para ver otras cosas en otros lugares :)

1 comentario:

  1. Se completa el gran viaje, ha sido un placer leerte, ahora esperamos atentos las nuevas aventuras de este curso. Mucha suerte

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