Santa Fe... Fin del Viaje

Después de hacer noche en Albuquerque en casa de Fernando (mi asesor), arreglar los papeles para obtener la licencia de profesor de matemáticas, recoger a Carmen, una de las profesoras que va a ir conmigo al instituto, del aeropuerto y viajar una hora en coche, por fin veo Santa Fe tal y como me la habían descrito: al pie de las montañas Rocosas.


Según nos vamos acercando, empiezan a aparecer las primeras urbanizaciones, todas de adobe (falso adobe), sorprendentemente, según vamos entrando en la ciudad de Santa aparecen más y más edificios de adobe (ahora sí, algunas de adobe de verdad), y cuando digo edificios no me estoy refiriendo sólo a casitas, sino que también aparece algún edificio de tres plantas (de momento esta es la máxima altura que he llegado a ver) y todas las iglesias... ¡IMPRESIVE!
El color de la ciudad es, en conjunto, del color del barro seco... y tooooda la ciudad es igual. Hubo bastante gente que me dijo que Santa Fe era un parque temático de sí misma y, por lo que he visto en estas horas que llevo aquí, es cierto pero... le queda tan bien...
Y no os creáis que la ciudad tiene muchísimas casas de barro... NO, la ciudad tiene TODAS las casas de adobe (y si no adobe, pues de imitación a adobe)

Por fin, y después de nueve días desde mi salida de A Coruña, consigo ver personalmente la casa que va a ser mi hogar durante, al menos, diez meses. En la avenida principal nos está esperando Juan Carlos (mi otro compañero del instituto), que ya había llegado hacía una semana y nos dice dónde tenemos la casita... ooooooooh, el jardín es tal y como me lo había imaginado y la casa... ¡es una pasada! Por dentro está reconstruida de hace no muchos años pero manteniendo las formas redondeadas de los tabiques, con todos los muebles en consonancia con el estilo de la casa... vamos, lo que se dice, digna de ver...


Nos sacamos los tres una foto en la entrada de la casa para poder recordar el momento llegada y nos vamos a conocer La Plaza y los alrededores del Downtown... de lo que había visto en la entrada, pues aquí más, lo único que cambia es que aquí todas las edificaciones son de adobe de verdad y con la estructura original... Desde luego Santa Fe es un sitio precioso. Repito lo que dije nada más llegar a Albuquerque: “Creo me va a gustar todo esto”

Antes de volver para casa nos vamos a cenar al Cowgirls, un sitio con música en directo y que tiene una terraza fuera que permite disfrutar de la agradable noche estrellada de Santa Fe. En este sitio me encontré con nativos americanos (muy fácilmente reconocibles por sus rasgos), moteros de chaqueta de cuero e infinitos tatuajes, camioneros que son como dos veces yo (de gordos) y también recordaré este sitio porque fue donde vi por primera vez cowboys, y no me refiero a los camareros del bar NO, me estoy refiriendo a los cowboys con sombrero tejano, botas camperas, camisas de cuadros y pantalones vaqueros... Si es que aquí en América te encuentras todas aquellas cosas que veíamos en las películas ;)

Por hoy el primer contacto se acaba, nos vamos los tres para casa a dormir un poco... Mañana iremos a ver algún apartamento para Juan Carlos y para Carmen... pero eso ya será mañana.


¡VIVA SANTA FE!