miércoles, 9 de marzo de 2011

Profesores Visitantes en Puerto Rico para el Spring Break (Parte III)

El miércoles, último día completo en Puerto Rico, nos dedicamos a ir a la playa en la mañana y después aprovechar el día para seguir conociendo un poco más de San Juan y de sus playas.



Volvimos a dar una vuelta por Old San Juan y nos fuimos en coche a pasear por un barrio que está entre la fortaleza y el océano... vaya barrio, no habíamos visto demasiada pobreza por San Juan hasta ese momento... no me extraña, está toda metida allí. La entrada es una calle por la que apenas cabe un coche pero es de doble sentido y así es el resto del barrio. Todos los coches están aparcados por donde queda un hueco libre y, la calle, a parte de tener muchas ramificaciones, todas son ramificaciones sin salida.



A parte de la primera entrada/salida al barrio, existe otra todavía peor... una que da justamente a un cementerio y que para usarla hay que atravesar la muralla de la ciudad mientras das una curva... un sitio en el que no se ve si viene alguien de frente y en el cual no hay ninguna indicación que diga que por ahí se puede salir del barrio... Toda una peripecia que merece la pena vivir, aunque solo sea para asombrarse con las casas que hay casi encima del mar y sobre cualquier piedra sobre la que se pueda construir, para ver a las gallinas por la carretera y para ver el "otro Old San Juan"



Después de todas las peripecias por San Juan nos pusimos en camino hacia Fajardo para disfrutar del tour en barco eléctrico que habíamos contratado. Nos llevó así como una hora y pico llegar y, una vez allí tuvimos que esperar un poco para que saliese nuestro tour.



Allí nos montamos en un barquito en el que íbamos ocho personas (6 turistas y los 2 guías) y nos empezaron a contar cómo se formó el canal que lleva desde el mar hasta el lago, de la importancia de los manglares en el ecosistema y lo difícil que era salir y entrar de la laguna si ibas en kayak cuando la bahía se estaba llenando o vaciando. Algo que pudimos comprobar viendo el esfuerzo que hacía la gente que llevaba kayak mientras nosotros entrábamos a favor de corriente y ellos salían en contra de la corriente.


Una vez que llegamos al lago nos quedamos impresionados cuando, al meter la mano o cualquier palo en el agua, y moverlo un poco, todo comenzaba a brillar con una luz verdosa que te dejaba sorprendido.



Pero sin duda, lo más impresionante: cuando metías las manos con los dedos abiertos y al sacar la mano los uniflagelados se quedaban ilumninando tu mano como chispas de luz... Una sensación que tardaré en olvidar.


Viajando se aprende mucho y se ven muchas cosas :)



Finalmente regresamos al hotel a descansar, al día siguiente nos quedaba bajar a la playa un rato e irnos a devolver el coche antes de tomar el avión. A las dos de la tarde estábamos saliendo de Puerto Rico... ¿volveremos de nuevo? Sólo el tiempo lo dirá.



El viaje de avión fue bastante bien, pero al llegar a Miami las cosas se torcieron de repente y es que nuestro avión se retrasó en salir dos horas y al llegar a Denver el aeropuerto ya estaba cerrado y nos tuvieron que dar una noche de hotel antes de salir al día siguiente. El hotel que nos dieron: horrible y al día siguiente nos pusieron en tres listas de espera hasta que por fin pudimos salir a las cuatro de la tarde hacia Albuquerque.


Llegamos a Santa Fe a las 7 de la tarde y como ya era demasiado tarde para salir hacia Las Vegas, nuestro siguiente destino, nos fuimos a dormir con la intención de conducir el sábado todo el día para llegar en la tarde a descansar antes del concierto... pero eso ya es parte de la siguiente entrada.



Se había acabado las vacaciones de Puerto Rico, un lugar paradisíaco en el que hablan español... bueno, en la teoría porque en todas parte lo primero que te decían era en inglés :)



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