domingo, 13 de marzo de 2011

The Strokes in Las Vegas


A las 5:30 de la mañana salimos de Santa Fe en mi coche, cada vez me gusta más viajar con mi coche para comprobar lo bien que aguanta los viajes largos, hacia Las Vegas, NV con el único propósito de ir a ver mi primer concierto de The Strokes.






Llegamos a Las Vegas sobre las 3 de la tarde, teniendo en cuenta que hay que atrasar una hora el reloj a pasar de Arizona a Nevada. Sorprendentemente ya habían acabado el macropuente sobre el Hoover Damm y eso ahorra como unos 20 minutos de camino.



De esta vez nos quedamos a dormir en el Harrah's, un hotel-casino en el que el tema es el carnaval. Desde allí nos fuimos a descansar un rato del largo viaje y después nos fuimos a cenar al Mirage y a comprar una entrada para el espectáculo The Beatles del Cirque du Soleil para Saraí.





Cuando acabamos de cenar ya era hora de irnos a nuestros respectivos espectáculos y ahí me dirigí yo hacia el Cosmopolitan para ver, en la cuarta planta, un concierto de The Strokes en una sala con lámparas de araña y con el suelo enmoquetado... sorprendente localización para un concierto de rock :)




El concierto: tremendo, impresionante, corto (aún no una hora y media) pero intenso. Todas esas canciones que había escuchado miles de veces en Corral de Almaguer las había escuchado en directo y me había encantado. Volvería a meterme una paliza de viaje como esta para volver a verlos, merece mucho la pena oír a un grupo que tanto llenó mi vida musicalmente en los últimos años.



Después del concierto, y cuando ya me estaba regresando del hotel, me crucé en las escaleras mecánicas con Randy, de la serie Me Llamo Earl... nada del otro mundo pero que merece la pena citarlo porque fue "mi primer famoso en Las Vegas" jajaja (claro, el primer famoso sin haber pagado por verlo)



Al día siguiente nos levantamos a eso de las diez, teniendo en cuenta que ese sábado tuvimos que adelantar una hora el reloj por el cambio horario, y nos regresamos a Santa Fe sin más escalas.


Lo dicho, una paliza de viaje que me dejó el resto de la semana sin fuerzas para nada pero que repetiría sin pensarlo... sobre todo si es para disfrutar de los Strokes.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Profesores Visitantes en Puerto Rico para el Spring Break (Parte III)

El miércoles, último día completo en Puerto Rico, nos dedicamos a ir a la playa en la mañana y después aprovechar el día para seguir conociendo un poco más de San Juan y de sus playas.



Volvimos a dar una vuelta por Old San Juan y nos fuimos en coche a pasear por un barrio que está entre la fortaleza y el océano... vaya barrio, no habíamos visto demasiada pobreza por San Juan hasta ese momento... no me extraña, está toda metida allí. La entrada es una calle por la que apenas cabe un coche pero es de doble sentido y así es el resto del barrio. Todos los coches están aparcados por donde queda un hueco libre y, la calle, a parte de tener muchas ramificaciones, todas son ramificaciones sin salida.



A parte de la primera entrada/salida al barrio, existe otra todavía peor... una que da justamente a un cementerio y que para usarla hay que atravesar la muralla de la ciudad mientras das una curva... un sitio en el que no se ve si viene alguien de frente y en el cual no hay ninguna indicación que diga que por ahí se puede salir del barrio... Toda una peripecia que merece la pena vivir, aunque solo sea para asombrarse con las casas que hay casi encima del mar y sobre cualquier piedra sobre la que se pueda construir, para ver a las gallinas por la carretera y para ver el "otro Old San Juan"



Después de todas las peripecias por San Juan nos pusimos en camino hacia Fajardo para disfrutar del tour en barco eléctrico que habíamos contratado. Nos llevó así como una hora y pico llegar y, una vez allí tuvimos que esperar un poco para que saliese nuestro tour.



Allí nos montamos en un barquito en el que íbamos ocho personas (6 turistas y los 2 guías) y nos empezaron a contar cómo se formó el canal que lleva desde el mar hasta el lago, de la importancia de los manglares en el ecosistema y lo difícil que era salir y entrar de la laguna si ibas en kayak cuando la bahía se estaba llenando o vaciando. Algo que pudimos comprobar viendo el esfuerzo que hacía la gente que llevaba kayak mientras nosotros entrábamos a favor de corriente y ellos salían en contra de la corriente.


Una vez que llegamos al lago nos quedamos impresionados cuando, al meter la mano o cualquier palo en el agua, y moverlo un poco, todo comenzaba a brillar con una luz verdosa que te dejaba sorprendido.



Pero sin duda, lo más impresionante: cuando metías las manos con los dedos abiertos y al sacar la mano los uniflagelados se quedaban ilumninando tu mano como chispas de luz... Una sensación que tardaré en olvidar.


Viajando se aprende mucho y se ven muchas cosas :)



Finalmente regresamos al hotel a descansar, al día siguiente nos quedaba bajar a la playa un rato e irnos a devolver el coche antes de tomar el avión. A las dos de la tarde estábamos saliendo de Puerto Rico... ¿volveremos de nuevo? Sólo el tiempo lo dirá.



El viaje de avión fue bastante bien, pero al llegar a Miami las cosas se torcieron de repente y es que nuestro avión se retrasó en salir dos horas y al llegar a Denver el aeropuerto ya estaba cerrado y nos tuvieron que dar una noche de hotel antes de salir al día siguiente. El hotel que nos dieron: horrible y al día siguiente nos pusieron en tres listas de espera hasta que por fin pudimos salir a las cuatro de la tarde hacia Albuquerque.


Llegamos a Santa Fe a las 7 de la tarde y como ya era demasiado tarde para salir hacia Las Vegas, nuestro siguiente destino, nos fuimos a dormir con la intención de conducir el sábado todo el día para llegar en la tarde a descansar antes del concierto... pero eso ya es parte de la siguiente entrada.



Se había acabado las vacaciones de Puerto Rico, un lugar paradisíaco en el que hablan español... bueno, en la teoría porque en todas parte lo primero que te decían era en inglés :)



martes, 8 de marzo de 2011

Profesores Visitantes en Puerto Rico para el Spring Break (Parte II)

Al día siguiente, martes, comenzamos el día bajando a la playa antes de ponernos en marcha para nuestra siguiente visita: San Juan. Sobre la una de la tarde salimos hacia San Juan y, como no, para entrar tuvimos que chuparnos otro atasco.



Llegar a Old San Juan, la parte antigua de San Juan, desde la 22 es bastante sencillo y una vez pasado el atasco logramos aparcar justo enfrente del Capitolio y comenzamos nuestro caminar hasta la primera fortaleza que te encuentras al entrar en Old San Juan: El Castillo de San Cristóbal.





El Castillo de San Cristóbal forma parte del conjunto defensivo de San Juan y es uno de los castillos que los españoles hicieron para fortificar la que era la primera isla en la que los barcos podían parar a reabastecerse cuando venían del Antiguo Mundo hacia las Américas. El Castillo está diseñado en 3 diferentes niveles y sueles tener que pasar entre diversos pasadizos para ir de un nivel a otro.



Después del Castillo de San Cristóbal fuimos hasta el Castillo de San Felipe del Morro, otra fortaleza española, más impresionante que el Castillo de San Cristóbal, que ayudaba a defender otra parte de la bahía de San Juan. Esta fortaleza estaba diseñada en 5 diferentes niveles y había unas cuantas escaleras para ir de un nivel a otro.



Ambas defensas, junto con todas las murallas de la ciudad de Old San Juan, hicieron que Puerto Rico siguiese siendo español durante unos cuantos siglos. Ah, se me olvidaba, para ir de una fortaleza a otra hay un sistema de autobuses gratuitos que te ayudan a llegar antes de un sitio a otro.



Al acabar nuestra visita nos montamos en el autobús con la esperanza de que nos dejase al lado del coche, así fue, no solo nos dejó al lado del coche, que estaba al lado del Capitolio, sino que también nos llevó de visita por los muelles de los trasatlánticos.



Ya con el coche volvimos a pasear un poco por Old San Juan y aprovechamos para cenar en uno de los restaurantes que ponían comida típica (mofongo y carne asada), por cierto, comer en San Juan, y más en la zona turística, es caro, puedo dar fe.



Finalmente regresamos al hotel a descansar... al día siguiente tocaba ir a ver la "bioluminiscencia de los uniflagelados" :) Pero eso ya formará parte de la siguiente entrada.



lunes, 7 de marzo de 2011

Profesores Visitantes en Puerto Rico para el Spring Break (Parte I)

Puerto Rico es un estado asociado de USA, eso quiere decir que goza de diversos beneficios por estar asociado a USA pero es un país "independiente". Curiosamente Puerto Rico no tiene presidente, lo que tiene es un gobernador como el resto de estados de USA y Obama es también presidente de Puerto Rico.



A lo que iba, Puerto Rico... ¿es una visita al extranjero o sigue siendo USA? Una cosa hay clara, y es que cuando viajas desde USA no necesitas pasaporte y cuando estás en Puerto Rico, la moneda que gastas son USD.


El caso es que el viaje comenzó, para Saraí y para mí, en el aeropuerto de Albuquerque a las 11 de la mañana del sábado 5 de marzo. Nos esperaban dos trasbordos, en Dallas y en Miami, y la llegada a Puerto Rico a las 10 y media de la noche hora local (el horario de Puerto Rico es tres horas menos que en NM y 5 horas más que en España).



Llegamos a San Juan a las diez y media de la noche, fuimos a recoger el coche de alquiler y finalmente nos fuimos hasta el hotel que quedaba como a 40 minutos de camino en un pueblo que se llama Dorado y que está al oeste de San Juan.



El domingo, después de dormir hasta que nos cansamos y descansar de un día completo de vuelos, nos dedicamos a pasear con el coche hacia el oeste de la isla de Puerto Rico buscando algún pueblo bonito o alguna playa que ver. Tomamos dirección Arecibo y llegamos hasta la zona de la Vega Baja donde entramos a ver algún pueblo y alguna playa. Después de darnos cuenta de que la isla de Puerto Rico es más grande que la de Oahu y que no íbamos a poder darle la vuelta a la isla dos veces como hice en Hawai'i, nos regresamos al hotel a aprovechar el resto de la tarde, pasear por la playa del hotel y disfrutar de la hora feliz del hotel. Increíblemente, a las 9 de la noche ya estábamos durmiendo a pierna suelta y eso que si estuviésemos en Santa Fe no serían más que las 6 de la tarde. Como sea, lo cierto es que al día siguiente estábamos bien descansados y dispuestos para aprovechar una mañana entera en la playa.



El lunes, después de aprovechar toda la mañana en la playa tomando el sol y disfrutando del baño en el mar y en la piscina nos fuimos hasta Fajardo para preguntar si había un tour para ir a ver la bioluminiscencia de los dinoflagelados. Después de un atasco tremendo al pasar por San Juan, pude comprobar que los atascos en San Juan son muy normales, y de infinitos semáforos hasta llegar a Fajardo, llegamos a la laguna y nos dijeron que para ese día ya no había tours y que si queríamos volver nos teníamos que apuntar para el miércoles. Así lo hicimos, el viaje nos sirvió para ver la parte este de la isla desde el coche, para saber que, aunque en el Google Maps ponga que el trayecto solo lleva una hora, lo normal es que te lleve entre una hora y media y dos horas y para saber llegar a la laguna porque, aunque pueda ser un lugar casi único en el mundo, el acceso no está bien indicado y las carreteras no son de las mejores del mundo. Aprovechando que estábamos en Fajardo ya aprovechamos para comer algún plato típico y tomar una cerveza antes de regresar a nuestro hotel.



En la siguiente entrada, más :)